“Amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe”. Todo el mundo conoce esta bella frase que en toda boda se escucha. Hay veces que se cumple y otras que no, pero Estefana Gómez Vázquez, de 97 años, y Faustino Jacinto Vázquez, de 99, lo han llevado desde que se conocen a rajatabla.
Más de 80 años casados. Este matrimonio es probablemente el más longevo de México y quizás del mundo. Y su descendencia no se queda atrás con 11 hijos que aún viven, sus 65 nietos, 110 bisnietos y 18 tataranietos, con quienes festejarán en junio los 100 años de Faustino.
“El matrimonio es un compromiso ante Dios. Es hasta que Dios nos quite la vida. Hay que sufrirle”, aseguraba la casi centenaria pareja. Cada día dan gracias por la vida que han tenido y tienen rezando juntos frente a una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y una cruz tallada en madera ubicada en la sala de su casa.
Amor a primera vista…o a ciegas
La tierna historia de amor entre estos dos ancianos es digna de contar. Cuando Faustino, con 18 años, escuchó hablar a su madre de una bella, seria y de buenos sentimientos joven de 16 ya se le aceleró el corazón, tal y como contaba el mismo a diferentes medios mexicanos.
Pero realmente Cupido actuó cuando se vieron por primera vez. En ese entonces, él trabajaba en la explotación de carbón vegetal y un día le preguntó a la Estefana: “¿estás segura que me quieres? Sólo tengo lo que traigo puesto, un sombrero de palma roto y la ropa sucia de carbón”, a lo que ella respondió con un “sí”, afirmando ahora que le tocó “un buen marido”.
Ya sea un flechazo o amor a primera vista, la casi adolescente pareja no tardó en casarse e irse a vivir juntos. Hasta 15 hijos han tenido en su larga vida, lo que hace que nunca estén solos.
Estefana contaba que “nos fuimos adaptando a lo que había. Nunca pensé en separarnos. Nos casamos para estar unidos todo el tiempo que tengamos vida”, a lo que agregó Faustino, “cuando ella creía que yo hacía algo mal, me corregía. Y también cuando yo veía algo que no iba, se lo decía”, de esta manera resuelven sus diferencias.
En declaraciones al diario mexicano »La Jornada», decía con algo de pesar que “si Dios me los quiere dejar, bien; si no, lo que haga está bien hecho”. Actualmente los hijos vivos de la pareja tienen entre 52 y 78 años de edad.