Los padres que no lean a sus hijos, que no acudan a las reuniones de padres o que permitan que sus niños vayan a clase con los deberes sin hacer podrían enfrentarse a multas, si el Ministerio de Educación hace caso de las recomendaciones de Michael Wilshaw, el inspector jefe de las Escuelas británicas.
En una entrevista que ha concedido a la revista ‘The Times’ y que recoge gran parte de la prensa británica, el director del órgano que supervisa los colegios (Ofsted) sostiene que los profesores de las escuelas deben hacer frente a los “malos padres” si no apoyan la educación de sus hijos. Asimismo, el inspector jefe ha acusado a las “familias blancas de clase trabajadora” por haber dejado de valorar la Educación de sus hijos como un método para mejorar las perspectivas de sus familias.
Wilshaw también ha explicado que los niños con padres inmigrantes superan a los niños de familia originariamente británica en las aulas, ya que muchas de estas familias tienen una gran confianza cultural en la importancia de la educación de sus hijos.
Las declaraciones del inspector podrían provocar la ira entre los activistas contra la pobreza, denunciando que las familias con menos recursos no podrán hacer frente a este tipo de multas y que, como consecuencia, los que sufrirán serán los hijos. No obstante, Wilshaw asegura que la privación social se ha utilizado, demasiado a menudo, como excusa para excusar el bajo rendimiento de los niños.
En referencia a su etapa como director de escuelas de Londres, Wilshaw asegura que fue “absolutamente claro con los padres; si no estaban haciendo un buen trabajo, se lo decía. Los directores de las escuelas tienen que saber decir claramente: ‘Eres un mal padre’”, explica.
“Si los padres no van a la escuela, no acuden a las reuniones de padres, no leen con sus hijos, si no se aseguran de que sus hijos hacen los deberes… les diré que están siendo malos padres. Creo que los directores deberían tener el poder para multarles. Hay que enviar el mensaje de que debes ser responsable de tus hijos sin importar el dinero que se tenga”, añade.
El director del Ofsted ha hecho referencia a algunas series de televisión como ‘Shameless’, una comedia protagonizada por una familia de Manchester que pone en un pedestal a los malos padres, algo que ha definido como “glorificar la irresponsabilidad”.
Los niños de clase blanca trabajadora son, según los datos, los que peor desempeñan sus habilidades en las escuelas inglesas. Por el contrario, muchos niños de familias inmigrantes lo están haciendo “sorprendentemente bien” y ellos son, precisamente, los que han impulsado la posición del país en los rankings internacionales.
Por su parte, el secretario de Educación, Michael Gove, está elaborando sus propios planes para mejorar el comportamiento en las escuelas por parte de las familias que se niegan a imponer disciplina en sus hijos.
La mitad de los españoles hereda una educación pobre
En España, por su parte, Eurostat ha confirmado que el bajo nivel educativo de los padres se traslada a los niños. España se encuentra, junto con Malta, Portugal, Luxemburgo e Italia, entre los países de la UE donde más perdura el nivel educativo bajo de una generación a otra. La estadística europea, con datos de 2011, señala que la mitad de los españoles de entre 25 y 59 años tienen una formación básica que coincide con el nivel educativo bajo de sus progenitores. El 25% de estos adultos había progresado a un nivel intermedio y el 27% había avanzando hasta la educación superior.
En cambio, en República Checa, el 83% de las personas cuyos padres tiene una formación básica han logrado un nivel intermedio, y enFinlandia y en Reino Unido, un tercio de los encuestados había cursado la educación universitaria.
No obstante, España está a la cabeza en Europa en herencia del nivel educativo alto de padres a hijos. El 75% de los españoles con alta cualificación son hijos de padres con educación universitaria(75%); mientras que uno de cada cinco con estas circunstancias baja a la educación intermedia y el 6% se queda con el nivel básico.
Otro indicador positivo es que más de la mitad de los hijos de familias de educación intermedia cursan estudios universitarios, uno de los porcentajes más altos de la UE con Francia (56%), Chipre (53%) e Irlanda (52%).
Que la formación de los padres incide en los resultados académicos ha quedado reflejado en estudios científicos, como una investigación de la Universidad de La Laguna que enumeró cuatro factores condicionantes: el nivel educativo de los padres, sus expectativas, la posición socioeconómica y el tamaño del hogar.
La lectura en casa puede adelantar medio curso
Expertos en educación sostienen que la formación de los padres va a influir positivamente en las aspiraciones de sus hijos, aunque sus resultados dependerán también de sus aptitudes y el nivel formativo en la clase.
Los estudios de PISA también han constatado que los alumnos de hogares con tradición de lectura obtienen mejores resultados en lengua y literatura. Los estudiantes que han leído con sus padres al menos dos veces a la semana durante la etapa de Primaria van a estar medio curso por delante de aquellos que pocas veces han cogido un libro en casa. Otro análisis de la OCDE apunta que los estudiantes con familiares que hablan de temas sociales o políticos durante la semana sacan 28 puntos de ventaja en el examen de PISA.
Los analistas de la OCDE piensan que los padres pueden ser grandes maestros y relacionan un mejor rendimiento en el aula con prácticas como hablar con los hijos de libros, películas o programas de televisión, sentarse juntos a la mesa para comer o simplemente dedicarles tiempo para charlar y observarles.