De acuerdo con el último sondeo elaborado por What Scotland Thinks (¿Qué piensa Escocia?), los votantes el próximo 18 de septiembre dirán que no a la independencia de Escocia. Al menos, el 58% de ellos, frente al 42% que estarían a favor de que Escocia dejara de formar parte de Reino Unido.
La última encuesta es una suma de los resultados de diferentes sondeos, elaborados entre el 23 de abril y el 1 de junio, y dirigidos por Ipsos MORI, ICM, Panelbase, Survation, Progressive Scottish Opinion y TNS BMRB.
Estas cifras muestran la intención de voto de los escoceses, pero excluyen a los votantes indecisos. Durante la campaña, el voto desfavorable a la independencia ha ido siempre por delante, aunque con cifras más o menos ajustadas.
Durante los últimos años, todas las encuestas han dado el »no» a la independencia, aunque en diferente medida. En 2007, sólo el 19% de los encuestados respaldaban la independencia, una proporción que se mantuvo relativamente estable desde 1999. Sin embargo, en 2011 aumento hasta el 26%, con sólo una ligera caída en 2012.
De hecho, los sondeos elaborados durante la segunda quincena de abril y la primera de mayo dieron unos resultados mucho más ajustados de lo habitual, convirtiéndose en el momento en el que la diferencia fue mínima, cuando el voto a favor de la independencia alcanzó el 47%, mientras el voto unionista era del 53%.
Al comienzo de la campaña, el voto al »sí» a la independencia no alcanzaba el 40% y el »no» superaba el 60%. Con el paso del tiempo, las cifras se han ido acercando, aunque desde principios de mayo han vuelto a separarse, aumentando el apoyo al »no» y disminuyendo el de los favorables a la independencia.
El Gobierno de Londres, apoyado por todos los partidos, ha declarado que, en caso de independencia, no apoyaría una unión monetaria con Escocia con la libra como moneda común, la opción preferida por el líder independentista y ministro principal escocés Alex Salmond.
Los bandos a favor y en contra de la independencia han intensificado su campaña a medida que se acerca la fecha del referéndum, en el que los escoceses mayores de 16 años decidirán si quieren que Escocia se separe o no del Reino Unido, con el que está unido desde 1707.
Los ingleses y galeses quieren a sus vecinos unidos
A la ventaja que lleva el voto al ‘no’ en Escocia se le suma el interés de los ciudadanos de Inglaterra y Gales. El informe que se ha publicado a propósito del día que marca los 100 días que faltan para que se celebre el referéndum escocés revela que sólo el 21% de los ingleses apoya la separación de Escocia.
Este estudio, elaborado por British Social Attitudes (BSA) también muestra que un 16% de los ingleses querría independizarse. Las encuestas sugieren que los residentes ingleses están de acuerdo con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que la semana pasada se mostró contrario a la separación de Escocia.
Estos datos también reafirman los de la encuesta, elaborada el pasado viernes, por FT/Populus, que muestra que sólo el 15% de los ingleses y galeses están fervientemente de acuerdo con la independencia de Escocia, mientras el 55% prefiere que sigan unidos.
Haciendo gala del lema de la campaña unionista, Better Together, parece que los ingleses creen que se está mejor juntos. Desde 1999, BSA ha estado elaborando sondeos sobre esta cuestión y el apoyo a la separación de Escocia, que había ido creciendo poco a poco, parece haber sufrido una caída desde que comenzó el proyecto de referéndum.