El individuo, Ulugbek Kodirov, de 22 años, ha alegado que creía estar actuando en nombre del Movimiento Islámico de Uzbekistán, que Washington considera una organización terrorista. De esta forma, Kodirov evita ser condenado a cadena perpetua.
No obstante, el tribunal estadounidense podría dictar una pena máxima de hasta 30 años de prisión y una multa de 750.000 dólares (más de 568.000 euros) por promover apoyo material a la actividad terrorista, ser un inmigrante ilegal poseedor de armas de fuego y por amenazar de asesinato al presidente de Estados Unidos. Otros cuatro cargos relacionados con la última de las acusaciones han sido retirados por el tribunal, que emplaza el dictamen para el 17 de mayo.
Kodirov fue arrestado en julio después de tratar de comprar una ametralladora y granadas de mano de un agente encubierto. Llegó a Estados Unidos en 2009 para estudiar medicina, pero su visado fue revocado en abril del pasado año cuando no consiguió ser aceptado, han relatado los investigadores.
El ciudadano uzbeko «se radicalizó de forma autónoma» a través de Internet y tras contactar con otros individuos con la misma mentalidad, ha afirmado el fiscal estadounidense, Joyce Whice Vance.
Kodirov llegó a reunirse con su mentor, al que él llamaba «emir», quien sostenía que era un miembro del Movimiento Islámico de Uzbekistán. De acuerdo con el sumario del caso, Kodirov decidió asesinar a Obama en un acto de la campaña electoral en este año con un rifle de francotirador después de mantener varias conversaciones con el «emir».