Jane Corbin de la BBC ha viajado por Medio Oriente para contestar a una pregunta que ya está en el ambiente debido a la persecución que están sufriendo en los últimos años. ¿Sobrevivirá el cristianismo en la cuna que lo vio nacer? Y para responder a esa pregunta el periodista de la BBC ha viajado a través de Irak y Siria, para investigar la situación de los cristianos, donde cientos de miles de personas huyen de la militancia islámica en la región. Esto es lo que encontró.
El primer impacto es enorme, sobretodo si uno echa la vista a los siglos pasados. En la llanura de Nínive, en Irak, se escucha cantar a los monjes, se percibe el olor a incienso dentro del monasterio del siglo cuarto de San Mateo. Hay seis monjes allí. Nadie lo visita. Puede costar la muerte. En la época del imperio romano (que no es que fuera suave precisamente en su trato a los crisitianos, al menos durante una época) había 7.000 monjes en este monasterio.
Alguna vez esta construcción albergó unos 7.000 monjes cuando el cristianismo era la religión oficial del imperio romano. Los kurdos protegen un monasterio que se ha convertido en objetivo del EI, que en Mosul ya ha hecho una limpieza étnica de cristianos. Las decapitaciones y las crucifixiones eran el mejor arma de terror. No siempre fue así, hubo un tiempo no tan lejano en el que kurdos, musulmanes y cristianos convivían juntos.
El padre Douglas, un ejemplo de fe y de fortaleza
Fue tomado como rehén nueve días, golpeado y torturado hasta que la Iglesia pagó un rescate. Cuida a 35 familias en tiendas de campaña en los jardines de su iglesia.
«Somos cristianos, por lo que estamos acostumbrados a tener nuestro equipaje siempre listo», asegura el padre Douglas. «Siempre tenemos que huir, escapar de un lugar a otro». «Nos empujan a perder nuestra fe, nuestro pueblo, nuestro papel, nuestra posición, nuestro trabajo, ahora hemos perdido nuestros hogares, ¿qué es lo que sigue?»
«La era de Saddam fue la edad de oro para los cristianos«, dice el padre Douglas, aunque añade que personalmente no estaba de acuerdo con su régimen. Un millón de personas, dos tercios de los cristianos de Irak, huyeron en la década que siguió a la caída de Sadam Husein.
En Maaloula los cristianos fueron abandonados a su suerte, aunque después el Gobierno de Al Assad los protegió. El padre Douglas tiene fe… pero no mucha en que los cristianos sobrevivan mucho tiempo en el lugar donde les vio nacer. “Somos como ovejas llevadas al matadero”, dice con tristeza.