Según recoge el diario »O Globo», Santana ha asegurado que Rousseff preguntó si la cuenta »Shellbill» –utilizada por el publicista para recibir recursos del exterior– era segura y estaba blindada ante posibles investigaciones.
Días atrás, el empresario brasileño Marcelo Odebrecht, que fue propietario de la constructora que lleva su apellido y que está implicada en una multimillonaria trama de corrupción, aseguró que tanto Rousseff como Luiz Inácio Lula da Silva conocían las donaciones no contabilizadas de su compañía.
Odebrecht y su filial petroquímica, Braskem, llegaron el pasado diciembre a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos por el cual admiten el pago de sobornos a funcionarios de 12 países para conseguir contratos públicos. Ambas compañías se han comprometido a pagar conjuntamente una multa de 3.500 millones de dólares a cambio de que se retiren los cargos en Estados Unidos, Suiza y Brasil.
Este acuerdo se enmarca en las investigaciones estadounidenses por el caso »Lava Jato», en el que las autoridades brasileñas indagan sobornos a políticos de distinto signo para lograr contratos de la petrolera estatal, Petrobras.
Odebrecht ha reconocido el pagó más de 2.000 millones de dólares en sobornos a funcionarios y políticos brasileños y otros 439 millones de dólares en otros países de la región que han lanzado sus propias pesquisa.