Según la Policía, durante el arresto, el hombre ha mostrado «anormalidades mentales», por lo que está siendo examinado por un psiquiatra, quien determinará si debe ser internado. Lo que sí está claro es que no tenía antecedentes penales.
El agresor ha sido detenido gracias a la intervención de los mecánicos de una gasolinera en Bad Windsheim, una localidad cercana, quienes tras reducirle han llamado a la Policía. El ministro del Interior bávaro, Joachim Herrmann, ha agradecido su actuación.
Según los primeros datos de la investigación, las víctimas, un hombre de 72 años y una mujer de 82, no tenían ninguna relación con el agresor. «Se trata por tanto de un acto de locura», ha señalado Hermann. De acuerdo con la Policía, «no han mediado palabras entre el agresor y las víctimas».
Bernd G., según la reconstrucción de los hechos, ha matado hacia las 10:00 horas a una mujer de 82 años en Tiefenthal, una aldea perteneciente a Ansbach, disparándola desde su Mercedes Cabrio. Poco después, ha disparado contra un ciclista de 72 años en Rammersdorf, muy cerca del primer escenario.
Hacia las 10:30 horas, el agresor ha amenazado a un hombre, al que no ha disparado y hacia las 10:45 horas ha disparado contra un agricultor, que ha resultado herido por trozos de cristal. Tras tener conocimiento de los hechos, la Policía ha iniciado rápidamente una búsqueda, en la que han participado un centenar de efectivos.
Finalmente, el arresto se ha producido hacia las 11:45 horas en una gasolinera gracias a la intervención de dos empleados, que pese a que iba armado le consiguieron reducir.
La Policía ha aclarado que el detenido tenía permiso de tenencia de armas pero no licencia de armas, lo que le permitía adquirir armas pero no podía usarlas en público. Al parecer, poseía una pistola y un revólver, una de las cuales habría sido encontrada en el coche y sería la empleada en las muertes.