No obstante, las negociaciones formales no comenzarán hasta finales de agosto y el objetivo para la Unión Europea será crear tres asociaciones «a medida» que contemplen las especificidades de cada una de las regiones que componen el grupo y que cubran las áreas prioritarias, como los Derechos Humanos, la democracia, el crecimiento económico, el cambio climático y la erradicación de la pobreza.
Así, el nuevo acuerdo pretende proporcionar «un marco legalmente vinculante adaptado a la realidad actual y basado en una agenda de futuro», explorar nuevas formas de alcanzar intereses clave y abordar los retos globales, como paz, seguridad, crecimiento inclusivo, empleo, inversión, libertades fundamentales y estado de Derecho.
El mandato de negociación también está encaminado a construir una «alianza poderosa en el contexto internacional», puesto que la UE y los países ACP representan a más de la mitad de los miembros de Naciones Unidas.
Además, los Veintiocho quieren aprovechar las lecciones aprendidas tras 43 años de colaboración para poner en marcha hojas de ruta hacia un desarrollo sostenible de acuerdo con las agendas y objetivos internacionales.
«Esta nueva asociación será un instrumento poderoso para hacer frente a los retos de forma conjunta, desde la lucha contra la pobreza y la desigualdad a la paz y la seguridad, desde el cambio climático al desarrollo sostenible para todos», ha afirmado el comisario de Cooperación Internacional y Desarrollo, Neven Mimica.