«Estábamos durmiendo. Entonces empezamos a oir cohetes alcanzando el complejo y el suelo empezó a temblar, por lo que corrimos al sótano», ha explicado una mujer que vive cerca del complejo Jamraya, al noroeste de la capital siria, Damasco.
La mujer, que ha pedido no ser identificada por tratarse de un tema delicado, ha afirmado que no puede confirmar si las explosiones que escuchó eran el resultado de un ataque aéreo.
La mayoría de los detalles del ataque aéreo no han sido desvelados y las pocas versiones que se conocen son en parte contradictorias. El régimen sirio ha asegurado que varios aviones de combate israelíes se adentraron en su espacio aéreo procedentes de Líbano volando a baja cota para no ser detectados por los radares y atacaron el complejo de investigación militar de Jamraya.
Sin embargo, varios diplomáticos han explicado que los rebeldes sirios y fuentes de los servicios de seguridad sirios mantienen que el ataque tuvo como objetivo un convoy con armas que iba de Siria a Líbano, donde se destinarían al partido milicia chií libanés Hezbolá, aliado del presidente sirio, Bashar al Assad. Algunos rebeldes aseguran, incluso, que fueron los combatientes sublevados y no Israel los que atacaron la base militar de investigación con morteros.
Una fuente que tiene un familiar trabajando en el complejo militar de Jamraya ha informado de que uno de los edificios de la base fue acordonado el miércoles después del bombardeo y que los trabajadores creen que es uno de los puntos alcanzados por los proyectiles.
«Parece que fueron una decena de cohetes que aparentemente han alcanzado uno de los edificios del complejo», ha explicado a Reuters la fuente, que ha pedido no ser identificada. «La instalación está cerrada hoy», ha añadido.
Los periódicos israelíes se han limitado a difundir las informaciones publicadas por los medios extranjeros. Los periodistas israelíes tienen la obligación de remitir sus artículos sobre temas de seguridad y militares a un censor, que tiene la capacidad para censurar cualquier información que estime que puede comprometer la seguridad nacional.
El centro de Jamraya es un complejo militar situado a unos trece kilómetros de la frontera con Líbano y rodeado de zonas militares fuertemente armadas, incluidas varias bases del Ejército en la montaña Qasioun, que se levanta a unos cinco kilómetros al este de Damasco.
Diplomáticos de Oriente Próximo conocedores de esta base militar la describen como uno de los elementos centrales del programa de misiles del régimen de Bashar al Assad y aseguran que también posee armamento químico.