La justicia de Nueva York suspendió un fallo que ordenaba a Argentina depositar un pago en efectivo de 1.330 millones de dólares por la totalidad de una deuda en default con dos fondos especulativos, anunció el miércoles el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello.
«Fondos buitre: En Nueva York, la Cámara hizo lugar al pedido de suspensión del fallo de (el juez Thomas) Griesa, realizado por Argentina«, señaló el diplomático a través de la red social Twitter.
La información fue confirmada a la AFP por una fuente del Ministerio de Economía, que pidió anonimato.
«NY: Corte de Apelaciones acaba hacer lugar al pedido de «stay» suspendiendo las órdenes dictadas por Juez (Thomas) Griesa el 21/11″, agregó Argüello en otro tuit.
La Corte de Apelaciones de Nueva York fijó además el 27 de febrero próximo la fecha límite para la presentación de los argumentos de ambas partes, según la resolución.
El lunes pasado, Argentina pidió en un escrito a la Corte de Apelaciones de Nueva York «el tratamiento urgente» del caso, para que se suspenda el fallo del juez Griesa anunciado el 21 de noviembre, para evitar caer en un default técnico.
En el escrito, el gobierno argentino solicitó a la Corte «el mantenimiento de la medida cautelar de no innovar (stay) hasta tanto el proceso de apelaciones se pueda completar», según el Ministerio de Economía.
Tras el fallo de Griesa, el gobierno argentino se dijo incluso dispuesto a reabrir el canje de la deuda, pese a haber advertido en varias oportunidades que no pagaría a los llamados «fondos buitre».
En la apelación, el ministerio de Economía admitió que hubiera sido «un remedio consistente» que Griesa disponga una fórmula de pago a los bonos especulativos que los tratara «en los mismos términos que la Argentina ofreció en 2010», lo que «podría ser una propuesta que el Congreso argentino podría adminir».
La Cámara de Diputados aprobó este miércoles con 129 votos a favor y 63 en contra un proyecto de resolución que declaró «de gravedad institucioonal» el fallo del juez de Nueva York.
Griesa dictaminó que Argentina debía depositar 1.330 millones de dólares en concepto de garantía por bonos impagos desde 2001, en manos de fondos especulativos que rechazaron las ofertas de reestructuración del país en 2005 y 2010, con quitas de hasta el 75% y que fueron aceptadas por el 93% de los tenedores de bonos.
El juez había dado plazo hasta el 15 de diciembre para hacer el depósito, lo que abrió especulaciones sobre futuros reclamos judiciales y puso a Argentina en peligro de default técnico.
Argentina debe afrontar dos vencimientos: el 2 de diciembre unos 45 millones de dólares con acreedores que sí entraron al canje de deuda y el 15 de diciembre intereses por 3.100 millones de dólares del Cupón-PIB, un bono que se ajusta por el crecimiento de la economía (8% anual promedio).
La agencia de calificación Fitch advirtió el martes que «un cese de pagos es probable» para Argentina y bajó cinco escalones la nota de la deuda soberana del país sudamericano, de «B» a «CC».
La demanda a la que hizo lugar Griesa fue iniciada hace 10 años por los fondos de riesgo NML y Aurelius, cuya forma de operar consiste en comprar a precio de remate bonos de países en bancarrota, como Argentina en 2001, y litigar en tribunales por el 100% del capital, más intereses sin aceptar ningún canje.