Desde principios de año, 650 niños han sido forzados al combate por facciones armadas en Sudán del Sur y hasta 16 mil menores han sido reclutados desde que estalló la crisis del país en diciembre de 2013.
El sueño convertido en pesadilla
«El sueño que todos nosotros compartimos para los niños de este joven país se ha convertido en una pesadilla», ha informado el subdirector ejecutivo de Unicef, Justin Forsyth, tras visitar Bentiu y Yuba, en Sudán del Sur. «En este precario momento de la corta historia de Sudán del Sur, Unicef teme que pueda ser inminente un repunte del reclutamiento de niños», ha añadido.
Es horrible pensar que pueda resurgir el conflicto y que decenas de miles de niños estén expuestos a un riesgo todavía mayor, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia llama a un cese inmediato del reclutamiento y a la liberación incondicional de todos los niños por parte de las facciones armadas.
Niños con edad de soñar con ser bomberos, médicos, ingenieros o profesores. Niños con edad de jugar a las canicas, al fútbol, a las muñecas. Niños con edad de ser felices y sonreír. Niños al fin y al cabo.
Reclutamiento de niños para un renovado conflicto
El pasado año, la ONG supervisó la liberación de 1.775 ex niños soldado en lo que fue una de las mayores desmovilizaciones de niños que se han producido. Pero, el reclutamiento sigue. El gobierno de Sudán de Sur toma a los más pequeños como soldados para prepararlos en un posible de un renovado conflicto, dijo Naciones Unidas.
Salva Kiir, político de alto rango sursudanés, ha encabezado el reclutamiento de niños en toda una región utilizando la intimidación. Muchos de los pequeños no tenían ni 12 años. Desolador es que las fuerzas armadas del país obliguen con frecuencia a los niños a unirse a sus filas. Sino, amenaza Kiir, “confiscamos el ganado de tu familia”, que es una fuente crucial de riqueza.
En Sudán del Sur la tragedia no cesa
Un lugar donde la tragedia no cesa. El 11 de julio hubo más de 300 muertos en Juba, capital de Sudán del Sur. Proyectiles de artillería impactaron en zonas civiles próximas a la base del vicepresidente Riek Machar, que acabó exiliándose en el Congo, y causaron heridas de gravedad a civiles y daños en sus viviendas. “Para que haya alguna posibilidad de paz, el Consejo de Seguridad de la ONU debe imponer de inmediato un embargo general de armas para garantizar que todos los países dejan de suministrar armas a Sudán del Sur”, opina Elizabeth Deng, investigadora de Amnistía Internacional sobre el país.
Según el documento de Naciones Unidas, tras este nuevo combate, hubo reclutamiento poco después que aprobó el envío de un contingente adicional de 4.000 soldados de paz a la nación del África oriental para proteger a civiles.
Aumento de violencia hacia niñas y mujeres
Nada es poco para esta región. Las vulneraciones van en aumento, tanto hacia niños, como hacia adultos civiles destacando la violencia hacia las mujeres. “Los niños siguen padeciendo horribles sufrimientos”, añadió Forsyth, de Unicef. “Recientes informes apuntan un aumento de la violencia sexual contra niñas y mujeres. El uso sistemático de la violación, la explotación sexual y el secuestro como arma de guerra en Sudán del Sur debe cesar, así como la impunidad de quienes cometen dichos actos”, pidió el subdirector de la ONG.
Sudán del Sur es un país en guerra, arruinado, con el miedo recorriendo sus calles, con hambre en las casas, con un hilo de esperanza para su población civil que lucha contra una corrupción imparable.