La Policía ha confirmado en rueda de prensa que un único tirador de 18 años causó nueve muertos y 27 heridos, de los cuales diez están graves. El joven, cuya identidad no ha trascendido, se habría quitado la vida disparándose en la cabeza, aunque aún tenía munición para realizar 300 disparos más.
Las fuerzas de seguridad han registrado este sábado la vivienda del sospechoso, que «nació y creció en Múnich» a pesar de su origen iraní. Según un responsable policial, en el registro se han localizado artículos a otros tiroteos pasados sin relación con el terrorismo.