Peter Theo Curtis nació en Atlanta (Georgia) con el nombre de Peter Theophilus Eaton Padnos, y es doctor en literatura comparada por la Universidad de Massachusetts, con conocimiento de francés, árabe, alemán y ruso, según el comunicado publicado por su familia tras conocerse su liberación.
Comenzó interesarse por la juventud desafectada mientras trabajaba como profesor en el sistema presidiario de Vermont, después del cual publicó su primer libro: »Mi vida aguantó una pistola cargada». Mientras trabajaba en Yemen, se interesó en las historias de jovenes del este que acudían a estudiar el Islam y contó sus experiencias en el libro »Undercover Muslim» (»Musulman encubierto») publicado en Reino Unido.
Tras la publicación de su segundo libro se cambió el nombre a Peter Theo Curtis «para viajar más fácilmente en el mundo árabe, aunque seguía escribiendo como periodista bajo el nombre Theo Padnos», explicó el comunicado. «Se enamoró de Siria y de sus gentes hace una década, cuando acudió a estudiar Árabe y Ruso en Damasco», añadió su familia.
La familia cree que Curtis «fue capturado poco después de entrar a Siria en octubre de 2012 y desde entonces ha sido retenido por el grupo militante Jabhat Al Nusra o por facciones aliadas» con esa organización, apunta el comunicado. Se cree que había sido secuestrado en la localidad turca de Antakia, cuando intentaba entrar a Siria para cubrir el conflicto bélico que había estallado un año antes en ese país, fomentado por la «primavera árabe» que se había extendido por el Magreb y Oriente Medio.
Nancy Curtis afirmó que a su hijo le preocupaba «profundamente el pueblo de Siria y por eso volvió durante la guerra», y agradeció «no tener que contar toda su historia, porque eventualmente él mismo podrá hacerlo«.
«Naciones Unidas puede confirmar que facilitó la entrega de Peter Theo Curtis«, anunció en un breve comunicado la oficina de prensa de la ONU al salir al paso de versiones de medios de comunicación que habían anunciado previamente la liberación del profesional.
La suerte de Curtis corría peligro después de que se conociera el martes pasado que otro periodista estadounidense, James Foley, fue decapitado por un grupo radical islámico en Siria casi dos años después de que fuera secuestrado.
Su brutal asesinato se conoció por un vídeo que difundió el grupo Estado Islámico (EI), una muerte que recibió la condena mundial, tanto de autoridades como del mismo Consejo de Seguridad de la ONU.
En esta ocasión, sin embargo, Curtis corrió distinta suerte cuando fue entregado a fuerzas de paz de la ONU en la localidad de Al Rafid, en la provincia siria de Quneitra, en los Altos del Golán, limítrofes con Israel.
Según informó la ONU, la entrega se cumplió a las 18.40 hora local (15.40 GMT). «Después de recibir una revisión médica, el Sr. Curtis fue entregado a representantes de su gobierno«, agregó Naciones Unidas en su breve comunicado.