Marzouki, preso político durante el régimen de Ben Alí, fue elegido presidente esta semana en el marco de un acuerdo alcanzado por los tres partidos que han formado la coalición de gobierno tras las elecciones a la Asamblea Constituyente del pasado 23 de octubre.
«Moncef Marzouki anunció este viernes que los palacios presidenciales serán vendidos, con al excepción del Palacio de Cartago –residencia oficial del presidente–, y el dinero será concedido para apoyar la creación de empleo», ha informado la agencia estatal TAP.
Asimismo, la agencia ha informado de que Marzouki ha ordenado también la restitución de las piezas arqueológicas que se encuentra en el Palacio de Cartago a los museos nacionales. Ayer, un equipo del Instituto Nacional de Patrimonio visitó el palacio para examinar las piezas, que serán trasladadas al depósito de reservas del sitio de Cartago.
Ben Ali y su mujer, Leila Trabelsi, actualmente exiliados en Arabia Saudí, eran odiados por la población por su estilo extravagante de vida. El expresidente, en el poder durante 23 años, construyó varios lujosos palacios, incluido Sidi Dharif, en el distrito de Sidi Bou Said, próximo a Túnez, y Hammamet, al este de la capital, donde pasaba las vacaciones estivales.