Thomas Gally lleva dos años y medio encarcelado en Marruecos después de que supuestamente prestase 70 euros a un islamista radical. Por estos hechos, que el condenado ha negado, cumple una pena de cuatro años, pero su madre y su hermano se presentaron el sábado junto al fuerte de Brégançon con la esperanza de reclamar la mediación del presidente.
Macron accedió a recibirlos y a escuchar las peticiones de la familia de este «ciudadano francés en peligro», como ha explicado su madre. «Es la única persona que puede resolver el problema», ha declarado la mujer a la cadena BFMTV, ante cuyos micrófonos ha explicado que el presidente ha prometido «ocuparse personalmente» del caso.