«No necesitamos discusiones sobre cosas obvias. Me opongo enérgicamente a la pena de muerte por muchas razones. La Carta de Derechos Humanos de la UE prohíbe la pena de muerte», ha resaltado Juncker en declaraciones a la prensa tras reunirse con la presidenta croata, Kolinda Grabar-Kitarovic.
«El señor Orban debería dejar claro inmediatamente que esta no es su intención. Si es su intención, habrá una batalla», ha apuntado el presidente del Ejecutivo comunitario.
Las declaraciones de Orban también preocupan al Parlamento Europeo, cuya comisión de Libertades Civiles incluirá este asunto con carácter de urgencia en su agenda, según han acordado este jueves los presidentes de los grupos políticos.
El presidente de la Eurocámara, el socialista alemán Martin Schulz, ha recordado en la reunión con los jefes de grupo que la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea prohíbe la pena de muerte, por lo que la posibilidad de que un Estado miembro reintroduzca la pena capital es «incompatible con la adhesión» al club comunitario.
Schulz, además, prevé mantener una conversación telefónica con el mandatario húngaro «lo antes posible», si bien no se ha concretado aún el momento.