Jacob Zuma tomó las riendas del país en 2009, como cuarto presidente de la historia de la democracia de Sudáfrica. La controversia es algo que ha acompañado al presidente desde su elección. Polígamo autodeclarado, acusado de corrupción e incluso denuncias por violación, componen el perfil del presidente de la República Sudafricana que ayer anunció la muerte de Nelson Mandela. Hasta hace unos días, la última de las portadas que protagonizó el actual presidente de Sudáfrica fue un escándalo relacionado con la renovación de su vivienda que renovó con 20 millones de dólares de las arcas públicas. Con este curriculum no sorprende que la población sudafricana esté dividida respecto a su figura.
El Camarada Zuma, 40 años de militancia comunista
Jacob Zuma se formó en la Unión Soviética y ha militado 40 años en el partido comunista. Durante la campaña política, en 2009, apareció públicamente para cantar un himno guerrillero que ya cuenta con decenas de versiones en Internet. «Tráeme mi metralleta» se ha convertido en la canción de cabecera del «camarada Zuma» y ya fue utilizada en los tiempos del apartheid.
No cabe duda de que se trata de un personaje polémico. Durante sus campaña electoral asistió a las ceremonias vestido con la ropa tradicional zulú, con pieles de leopardo, y afirma que ama a todas sus mujeres y a sus 18 hijos.
Para acercarse al poder, Zuma, que cuidaba vacas en su infancia, tuvo que sobrevivir a diez años de cárcel durante el apartheid, y enfrentarse a un poderoso rival, el ex jefe de Estado Thabo Mbeki (1999-2008), quien lo despojó de la vicepresidencia en 2005 después de que el consejero financiero del controvertido líder fuera condenado por corrupción. De acuerdo con Jeremy Gordon, autor de una reciente biografía “Zuma asusta, sobre todo a los blancos», afirma.