Ella es la »Primera hija». De los cinco descendientes que tiene Donald Trump, su hija mayor, Ivanka, es la más cercana al actual presidente de Estados Unidos. Una relación que se ha escenificado una vez más esta semana: Ivanka tendrá reservada para ella una oficina en el Ala Oeste de la Casa Blanca.
Pese a no tener ningún cargo oficial en la administración Trump, ni tener un puesto remunerado, ni pertencer per se al equipo de Gobierno, Ivanka aparece en más fotos con líderes mundiales que cualquier otro asesor; acude a los eventos oficiales con su padre y consolida, su posición de poder.
La Primera Dama en la sombra
Poco a poco, Ivanka Trump, de solo 34 años y empresaria y modelo, ha ido ocupando el vacío que deja Melania. La Primera Dama estaodunidense tiene tradicionalmente un papel destacado en la carrera presidencial: acude a eventos, apadrina ONGs y cumple el protocolo internacional recibiendo dignatarios mundiales.
Sin embargo, Melania permanece «escondida». No ha cambiado su residencia oficial a Washington para no perjudicar a su hijo de diez años, Barron Trump, y no suele aparecer en actos oficiales. En su lugar, Ivanka es la mano derecha del presidente más poderoso del mundo.
Ivanka con la canciller Angela Merkel. Ivanka con el canadienese Justin Trudeau. Ivanka con el primer ministro japonés Shinzo Abe.
Es la foto del poder de esta joven en el Gobierno del primer país del mundo.
Una de las oficinas más cotizadas
«Si un miembro del Gobierno es relegado a una oficina espaciosa y luminosa en cualquier edificio gubernamental, suplicaría con lágrimas en los ojos por cualquier espacio, por pequeño que sea, en el Ala Oeste de la Casa Blanca», aseguraba Don Reagan, el jefe de gabinete del expresidente Ronald Reagan en un libro.
La última polémica sobre el poder de Ivanka ha sido la decisión de su padre de reservarle una de las oficinas más cotizadas de la mansión presidencial. Los medios estadounidenses se cuestionan la idoneidad de esta decisión, más personal que oficial, y se preguntan cual será el papel de la »primera hija» en el Gobierno.
«Nunca antes una administración presidencial ha mantenido abierta una habitación en el Ala Oeste para nadie, familia o quien sea, después de que el equipo de gobierno haya sido formado y está ya trabajando», asegura al Washington Post Ronald Kessler, autor de Dentro de la Casa Blanca: las vidas ocultas de los presidentes modernos.
Los «ojos y los oídos» de Trump
«Como todo lo que hace Trump, es poco convencional», dice este experto. Kessler, que tiene relación con la familia Trump, también ha asegurado a este diario estadounidense que el Presidente Trump valora especialmente el consejo de Ivanka y quiere que esté «cerca» en la toma de decisiones.
En su posición no remunerada, Ivanka «seguirá siendo los ojos y los oídos de su padre y dará consejo como ha hecho durante toda su vida adulta«, aseguraba el representante legal de la hija de Trump, Jamie Gorelik en una entrevista. «Pretende utilizar su tiempo en iniciativas que le importan, principalmente las relacionadas con la mujer en el trabajo», asegura.
Expertos y politólogos recelan de esta situación. «¿Dónde están las reglas contra el nepotismo, el conflicto de intereses o el resto de leyes que sí se aplican al resto de trabajadores?», se pregunta el experto en política de la Universidad de Princeton Julian Zelizer.
Lo cierto es que, al no tener un cargo oficial, Ivanka puede continuar con sus actividades profesionales sin rendir cuentas ante la legislación estadounidense.