Era el lunes, 14 de marzo de 2011, cuando el niño de 2 años David Galarraga fue dejado en su casa de Jacksonville, Florida (EEUU) bajo la supervisión y el cuidado de su hermanastro Cristian Fernández, de 12 años, a pesar de que Cristian ya había roto la pierna a David mientras peleaba con él meses antes.
Lo que sucedió ese día iba a cambiar la vida de ambos para siempre, y ha suscitado un debate mundial desde entonces acerca de la forma en que el sistema judicial de Estados Unidos y otros países debe afrontar los casos de menores acusados de delitos graves.
Asesinado a golpes
Mientras que la historia de lo que ocurrió exactamente ese día ha cambiado muchas veces, los hechos básicos siguen siendo los mismos: en algún momento de ese día, mientras su madre estaba fuera de casa, Cristian comenzó a maltratar a su hermanastro de 2 años y lo empujó violentamente contra una estantería, dos veces.
Algo más tarde, el mismo día, al llegar a casa su madre, Cristian que se mostró muy preocupado por su hermano, se la llevó a ver a David de inmediato, ya que el niño estaba inconsciente.
Por alguna razón, pese a que no reaccionaba y estaba inconsciente, su madre Biannela Susana de 25 años, decidió simplemente cambiar de ropa al bebé, limpiarle la sangre de la cara y ponerle hielo en la cabeza, en lugar de llamar al 911 o llevarlo corriendo al hospital.
Posteriormennte Susana dijo que ella esperaba que fuera sólo una conmoción cerebral y que se despertaría. Esperó más de 4 horas, mientras el pobre David permanecía inconsciente, para finalmente llevarlo al hospital. David se quedó en el hospital, luchando por su vida, durante 2 días antes de que finalmente sucumbió a sus heridas y falleció.
Cuatro horas sin atención médica
En cuanto a las más de 4 horas que Biannela Susana esperó antes de buscar atención médica para su hijo, las pasó en su mayor parte navegando en Internet. Consultó sus cuentas bancarias, estuvo viendo algunos videos en YouTube, leyó noticias online sobre Pippa Middleton y el matrimonio Beckham y comprobó su correo electrónico.
Además, según se supo en el juicio, hizo algunas búsquedas por Internet incluyendo la frase «cuando alguien queda fuera de combate». Biannela Susana también visitó la página de Wikipedia de «coma», y una web sobre las conmociones cerebrales. Pero no se decidió a llevar a su hijo a urgencias hasta que era demasiado tarde.
El niño asesino, Cristian Fernández, la persona más joven acusada de asesinato en primer grado en la historia de Jacksonville, recibió su condena el 8 de febrero de 2013, como menor de edad y tras declararse culpable de homicidio involuntario.
El juez Mallory Cooper aceptó finalmente el acuerdo de culpabilidad que asegura que Cristian no saldrá de una cárcel de menores hasta enero de 2018, momento en el que tendrá 19 años.
Eso supone que habrá pagado con siete años de prisión el cargo de homicidio. Además será evaluado y tratado de sus problemas psicológicos en la cárcel, en la que también debe continuar su educación elemental. Inicialmente, los fiscales habían pedido cadena perpetua para el menor asesino.