Se trata de zonas geográficas organizadas «de manera excepcional y extraordinaria» como Territorios especiales para la construcción de la paz (TERREPAZ), cuyo régimen estará «protegido constitucionalmente», facilitando el tránsito de las FARC hacia organización abierta, tal y como detalla la guerrilla.
«El tránsito hacia la normalización integral supone por tanto, el reconocimiento de la presencia de las FARC en la configuración de la realidad espacial, nacional y territorial, lo cual implica el diseño de un acuerdo que respete esa presencia articulada a las comunidades», añade el texto.
La guerrilla enmarca este paso dentro del «Plan Nacional para el fin del conflicto, la reconciliación nacional y la construcción de la paz estable y duradera (PLANPAZ)». Las FARC defienden que la creación de estas zonas delimitadas geográficamente contribuirán a «la reparación de las víctimas del conflicto, la provisión de garantías de no repetición y la construcción de la paz estable y duradera».
«Al mismo tiempo, tendrán la función de posibilitar la concreción del proceso de alto el fuego bilateral definitivo y la dejación de armas por las partes», ha agregado la guerrilla, que reitera la necesidad de iniciar este proceso de manera inmediata, implementando «un plan piloto en uno o más Territorios especiales de construcción de paz».