Los eurodiputados, que han respaldado el texto por 569 votos a favor, 84 en contra y 35 abstenciones, han recalcado que el actual tratado de 2002 ha sido «determinante para profundizar en las relaciones políticas y ha contribuido a aumentar sustancialmente los flujos de comercio e inversión».
Para las próximas negociaciones, han recomendado reforzar esta cooperación sobre «los principios y valores compartidos de democracia, lucha contra el cambio climático, garantía de igualdad de género y respeto a los Derechos Humanos y libertades fundamentales».
En la resolución no vinculante, los eurodiputados han reclamado un texto «ambicioso, global y equilibrado» con una dimensión mayor de Derechos Humanos. Asimismo, han pedido a la UE que anime a Chile a encontrar una solución para el conflicto con el pueblo mapuche y otros grupos indígenas, así como avanzar hacia la erradicación del trabajo forzoso y del trabajo infantil.
El texto insiste también en reforzar la cooperación en seguridad y defensa, la lucha contra el terrorismo, la corrupción, el blanqueo y la evasión. Los eurodiputados abogan, además, por impulsar la movilidad entre los dos socios y fomentar el intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos.
La Eurocámara ha exigido también estar informada de todas las fases de la negociación, la cual, según la resolución, debería acelerarse para permitir la ratificación del acuerdo antes de que acabe l actual legislatura europea en 2019.