Estados Unidos está sufriendo el peor brote de gripe desde la pandemia del virus H1N1 en 2009, cuando las autoridades tuvieron que vacunar a la mitad de la población. Se trata de una cepa virulenta que agrava enfermedades respiratorias.
Hasta la fecha la gripe ha causado la muerte de 81 personas solo en el estado de Massachusetts, concretamente en Boston. De los fallecidos, 18 son niños. Además, más de 2.250 personas están hospitalizadas.
El 76% de los casos de gripe en esta temporada se atribuye a una cepa muy similar a la de la temporada 2003 y 2004 durante la cual hubo más de 40.000 muertes en Estados Unidos vinculadas a esa enfermedad.
Boston ha sido una de las ciudades más afectadas por el brote, donde se declaró el estado de emergencia sanitaria. Se han registrado más de 700 casos de gripe en la ciudad, diez veces más que en el mismo período del año pasado.
«Este es la peor temporada de gripe que hemos visto desde 2009 y la gente debería de tomarse la amenaza de la gripe seriamente», ha manifestado el alcalde de Boston, Thomas Menino. «Insto a los residentes a vacunarse si no lo han hecho ya. Es lo mejor que puedes hacer para protegerte a ti y tu familia. Si caes enfermo, por favor no vayas al trabajo o la escuela», ha señalado.
Esta gripe afecta a 30 estados del país y está dejando un rastro mortal. En la última semana de 2012 se contabilizaron 122 muertes por neumonía y gripe, según las autoridades.
Al borde de la epidemia
Según cuenta el diario The New York Times, el país está padeciendo el adelanto de la temporada de gripe con un virus inusualmente agresivo y además el peor brote de tos ferina en los últimos 60 años. Los expertos aseguran que todavía no se ha llegado al nivel de epidemia, pero no lo descartan, debido al repunte de los casos de neumonía.
Al mismo tiempo, el país está sufriendo un gran brote de norovirus, es decir, la gastroenteritis, que incluye una nueva cepa, que apareció por primera vez en Australia y es conocida como la variante de Sídney 2012.
La gripe que afecta al país es del tipo H3N2, que tiene la influencia del grupo A. Los afectados por esta cepa presentan un cuadro respiratorio similar a la gripe estacional pero que puede conllevar, problemas de neumonía, además de los síntomas comunes como dolor de cabeza y músculos.
Escasez de vacunas por la extensión de la gripe
Las autoridades de EEUU admiten que hay escasez de vacunas por la extensión del brote. Hay que tener en cuenta, además, que la temporada se ha presentado antes y con más virulencia.
La farmacéutica Roche ha admitido que faltan dosis de la forma líquida de Tamiflu, que se emplea para frenar o detener los síntomas en niños ya infectados con el virus. La compañía ha advertido a los mayoristas y distribuidores que podrían retrasarse los envíos en las próximas semanas.
Por su parte, Sanofi, el mayor proveedor de vacunas en Estados Unidos, ha agotado las ventas de cuatro de sus seis fórmulas de la vacuna estacional.
Según Reuters, alrededor de 112 millones de estadounidenses han sido inoculados del virus y la industria plantea producir 137 millones de dosis para las próximas semanas.