El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ha anunciado este jueves que no levantará las sanciones contra Rusia hasta que Moscú no retire sus tropas del este de Ucrania y de Crimea, al asegurar que la presencia de las fuerzas rusas en la región es el principal obstáculo para mantener relaciones normales entre ambos estados.
Durante su visita a Europa, Tillerson ha tranquilizado a sus aliados con un discurso contra Rusia mucho más fuerte del ofrecido por el presidente norteamericano, Donald Trump, que ha buscado mantener mejores relaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin.
En su comparecencia ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), en la que también ha estado presente su homólogo ruso, Sergei Lavrov, Tillerson ha responsabilizado al Gobierno de Rusia del aumento de la violencia en el este de Ucrania y ha asegurado que la violencia debe parar.
«Hemos sido muy claros con Rusia desde el principio, deben ocuparse de Ucrania», ha advertido Tillerson durante una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el ministro de Exteriores de Austria, Sebastian Kurz. «Se trata del obstáculo más complicado al que nos afrontamos para volver a normalizar las relaciones con Rusia, algo que nos gustaría hacer».
El miércoles, Tillerson se reunió en la OTAN con los ministros de Exteriores aliados y juntos criticaron al Ejecutivo ruso por la piratería informática y por las campañas de desinformación en Internet, que según las agencias de Inteligencia de los miembros de la OTAN apuntan a Occidente.
El conflicto entre las fuerzas de Ucrania y los rebeldes prorrusos ha provocado la muerte de más de 10.000 personas desde que estallase en 2014. Rusia ha negado las acusaciones de haber potenciado este conflicto y de haber proporcionado armas a los milicianos.