Estados Unidos y aliados arábes lanzaron bombardeos aéreos y misiles Tomahawk sobre posiciones del grupo Estado Islámico (EI) en Siria, abriendo un nuevo frente de combate contra esa organización yihadista, según fuentes del Pentágono.
Medios estadounidenses indicaron que Bahréin, Jordania, Catar, Arabia Saudita y Emiratos Arábes participaron en las operaciones de este lunes, como parte de la coalición internacional para atacar al EI en sus enclaves en el norte de Irak y de Siria.
«Puedo confirmar que fuerzas de Estados Unidos y las naciones aliadas han emprendido acciones contra terroristas del EI en Siria»; realizaron bombardeos y utilizaron misiles Tomahawk, dijo el portavoz del Pentágono, el contralmirante John Kirby, en un comunicado.
Una fuente del departamento de Defensa señaló que podía confirmar que aliados arábes se habían unido a las operaciones de bombardeo, pero sin especificar los países que participaron.
Al iniciar operaciones contra el EI en Siria, EEUU marca un nuevo hito en su guerra contra esa organización yihadista, que tanto Washington como otros gobiernos occidentales temen pueda realizar ataques terroristas en Estados Unidos o Europa.
Hasta ahora Estados Unidos había evitado actuar directamente en Siria, envuelta en una sangrienta guerra civil.
La decisión de llevar a cabo los ataques aéreos en territorio sirio fue adoptada este lunes por el jefe del Comando Central de Estados Unidos, el general Lloyd Austin, «en virtud de la autorización que le concedió el comandante en jefe», señaló Kirby.
«Vamos a proporcionar más detalles más adelante cuando sea operativamente oportuno», agregó.
Los ataques se concentraron en posiciones cerca a Raqa, un enclave del EI en la frontera de Siria e Irak aseguró el diario The New York Times citando fuentes oficiales. Los otros puntos atacados también se sitúan cerca a esa línea fronteriza.
Aviones F-22, una de las aeronaves de guerra más sofisticadas de Estados Unidos, participaron en las acciones señaló por su parte The Wall Street Journal.
Los bombardeos en Siria se suman a los más de 190 que Washington ha realizado desde el 8 de agosto contra objetivos en territorio iraquí del Estado Islámico, una organización de extremistas sunitas que ha declarado la instalación de un califato en territorios de Siria e Irak.
Los ataques de este lunes, que han incluido el lanzamiento de misiles Tomahawk desde buques de guerra, tuvieron lugar después de que el presidente Barack Obama advirtiera en un discurso el 10 de septiembre una estrategia contra los yihadistas que además de extender los bombardeos a Siria, incluye también el entrenar y entregar armas a milicias opositoras en ese país.
«Nuestro objetivo es claro: vamos a degradar y destruir al EI», enfatizó Obama señalando que es «un principio fundamental de mi presidencia: si amenazas a Estados Unidos, no encontrarás un santuario seguro» en ningún lugar del mundo.
Obama sin embargo ha sido reiterativo en descartar el envío de tropas terrestres para combatir al EI, responsable de la decapitación de dos periodistas estadounidenses, James Foley y Steven Sotloff, y del cooperante británico David Haines.
El Congreso estadounidense temeroso de desencadenar otro conflicto de envergadura en Medio Oriente han anunciado que evaluarán los resultados de las operaciones contra el EI a fines de este año, después de las elecciones legislativas del 4 de noviembre.
Los bombardeos en Siria tienen lugar en momentos en que las milicias kurdas se han desplegado para defender la ciudad de Ain Al Arab (Kobane en kurdo), la tercera localidad kurda más importante de Siria.
El EI mantiene un asedio desde la semana pasada sobre esa ciudad, lo que les permitiría hacerse al control de una vasta franja de terreno en la frontera sirio-turca.
Más de 130.000 aterrorizados habitantes de esa región huyeron a Turquía para escapar del avance de las milicias yihadistas.
La organización EI lanzó además un llamamiento a los musulmanes para matar «sea como sea» a ciudadanos de los países que integran la coalición internacional contra el yihadismo, en particular Estados Unidos y Francia.
Pocas horas después de este anuncio, un grupo yihadista argelino vinculado al EI reivindicó en un vídeo el secuestro de un francés en Argelia y amenazó con matarlo si Francia continúa participando de los ataques en Irak.
El jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, declaró desde Nueva York que su país «no cederá a las amenazas de un grupo terrorista».
Francia era hasta ahora el único país que se había unido a EEUU en sus operaciones contra los yihadistas en Irak, donde este lunes se informó que al menos 40 soldados iraquíes murieron y otros 70 fueron capturados en seis ataques suicidas del EI contra una base militar al oeste de Bagdad.