«Los inmigrantes en los Balcanes se enfrentan a condiciones cada vez más difíciles con la llegada de las fuertes lluvias y el tiempo frío» en unas condiciones ya de por sí vulnerables, ha advertido en un comunicado.
La llegada del invierno supone temperaturas medias por debajo de los seis grados «y ya han comenzado a bajar», lo que significa que el tiempo para responder a la emergencia humanitaria con posibilidades de éxito se reduce rápidamente.
El invierno es el último desafío para unos refugiados que «ya han viajado cientos de kilómetros, muchas veces con acceso limitado a la comida, a un alojamiento, a atención sanitaria y, en general, sin cobertura de las necesidades básicas».
«En los últimos siete días, 25.000 personas han llegado a Serbia, muchas inmigrantes vulnerables –incluidas familias con niños pequeños– están viajando hacia zonas que probablemente experimentarán temperaturas heladas e intensas precipitaciones», ha señalado.
La secretaria general de la Cruz Roja Serbia, Vesna Milenovic, ha advertido de que «el mal tiempo ya ha llegado». «Nuestra principal preocupación es qué pasará en los próximos semanas y meses, porque el otoño y el invierno pueden ser muy duros en esta región», ha subrayado.
Milemnovic ha explicado que «la situación humanitaria podría empeorar» y que, aunque el IFRC está distribuyendo ropa de abrigo y kits para el invierno, no será suficiente, por lo que ha instado a la comunidad internacional a «acelerar sus esfuerzos y reforzar su apoyo a la gente vulnerable que está moviéndose por toda Europa».
El director del IFRC para Europa, Simon Missiri, ha insistido en que se necesita ayuda humanitaria urgente para los meses de invierno. «La llegada del invierno llevará a esta gente al límite», ha dicho, recordando que el objetivo es salvar vidas.
El IFRC ha realizado una petición de 13,3 millones de euros para ayuda humanitaria de emergencia destinada a las 675.000 personas que se agolpan en Serbia, Hungría, Macedonia, Italia y Grecia.