En una conversación telefónica entre ambos, Wang ha pedido que le transmita al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que no vaya «demasiado lejos» en disputa comercial actual entre las dos partes, y ha asegurado que China todavía estaba dispuesta a resolver las diferencias a través de las negociaciones, siempre y cuando ocurran en un régimen «de igualdad».
«China sigue defendiendo una solución de las divergencias económicas y comerciales mediante consultas y negociaciones, pero deben ser negociaciones de igual a igual», según el comunicado oficial de Exteriores. «En cualquier negociación, China debe salvaguardar los intereses legítimos del país, responder a la voz general del pueblo y defender las normas básicas de las relaciones internacionales», según el texto.
«Las dos partes deben, de acuerdo con la dirección establecida por los dos jefes de estado, gestionar las diferencias sobre la base del respeto mutuo, ampliar la cooperación sobre la base del beneficio mutuo y promover conjuntamente las relaciones chino-estadounidenses basadas en la coordinación, la cooperación y la estabilidad», añade la nota.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC) de China ha asegurado este jueves que el impacto económico provocado por la disputa comercial con Estados Unidos sobre el gigante asiático es «controlable».
La NDRC, que ha ofrecido su análisis durante una rueda de prensa en Pekín, la capital del país, ha aseverado que las tensiones con Washington han repercutido en la situación económica de China, por lo que se pondrán en marcha las medidas pertinentes para contrarrestar dichos efectos.
China ha registrado un crecimiento débil en las ventas minoristas y la producción industrial, lo que aumenta la presión sobre Pekín para incrementar los incentivos a medida que se intensifica la guerra comercial con Estados Unidos.
Esta semana Trump ha asegurado que puede llegar a un acuerdo con China para solventar las disputas comerciales existentes entre ambos, aunque ha añadido que el país norteamericano se encuentra en mejor posición que nunca.
En este sentido, las autoridades estadounidenses han indicado que los aranceles impuestos a productos importados de China por valor de 200.000 millones de dólares (178.077 millones de euros) hacen que Estados Unidos esté en una «mejor posición» que la que hubieran tenido «con cualquier trato que hubieran hecho».