Los cristianos son los más perseguidos. Ellos, junto a las minorías religiosas, suelen ocupar las portadas cuando se habla de discriminación y violencia por cuestiones de religión. Como apunta el »Informe 2014 sobre la Libertad Religiosa en el Mundo 2014», los musulmanes son también perseguidos. A menudo es por sus propios conciudadanos: las dos vertienes suníes y chiítas se enfrentan y en los lugares donde predomina una de las vertientes la otra sufre persecución, pero también por parte de otras religiones. En Birmania, por ejemplo, se desató en 2013 una oleada de violencia contra musulmanes, con saqueos y asesinatos de musulmanes en el país.
Birmania, «limpieza étnica de musulmanes»
En todo el territorio de Birmania, cristianos y musulmanes siguen teniendo que hacer frente a la discriminación, las restricciones y, en algunas zonas, la persecución violenta. Las discriminaciones varían según los estados, pero la persecución de musulmanes ha sido evidente en algunos momentos de años recientes: en 2013 se desató en Birmania, que es un 80% budista, una oleada de violencia antimusulmana que tras iniciarse en el centro del país, se extendió por todo el resto del territorio.»
Los violentos saquearon y prendieron fuego a muchas casas, asesinaron a musulmanes y miles de ellos acabaron convirtiéndose en desplazados. Se había creado un movimiento nacionalista budista radical conocido como el 969 porque un destacado monje budista, Wirathu, en sus predicaciones y entrevistas había avivado la intolerancia religiosa.
Anteriormente, en 2012, estalló en el estado de Arakan la violencia contra la población rohingya, mayoritariamente musulmana, a la que se niega la ciudadanía, a pesar de que ya hay varias generaciones nacidas en Birmania. Al menos 130 000 personas se tuvieron que desplazar como consecuencia de la violencia. HRW, la ONG de derechos humanos, calificó el incidente de «limpieza étnica».
Aunque el objetivo del movimiento budista militante ha sido fundamentalmente la comunidad musulmana, hay indicios de que acabará afectando a los cristianos, pero en mucha menor medida.
Las autoridades del estado de Rajine, al oeste de Birmania, introdujeron una normativa local de planifi cación familiar que contemplaba un límite máximo de dos hijos para las familias del grupo minoritario musulmán rohinya, tratando así de detener el «rápido crecimiento de la población» y de «contener la violencia sectaria».
Persecución a minorías musulmanas: chiíes vs. suníes
La creciente tensión entre los musulmanes chiíes y suníes es un tema constante en el informe presentado por Ayuda a la Iglesia Necesitada. El año 2012, por ejemplo, fue terrible para la minoría musulmana chií en Pakistán, que sufrió un total de 400 asesinatos en una oleada de ataques extremistas, 25 de ellos solo en la provincia de Baluchistán. Los musulmanes son amplia mayoría en el país, pero en su vertiente suní.
En los países en los que existe violencia contra los propios musulmanes, normalmente se trata de la imposición de la vertiente suní sobre la chií, a la que consideran herética. Además, destaca el informe, la profanación de Iglesias y sinagogas (características del extremismo islamista de muchos Estados suníes) está notablemente ausente de las sociedades y comunidades chiíes.
Más recientemente, en Irak, por ejemplo, los yihadistas del Estado Islámico expulsaron de Mosul a todas las comunidades religiosas, incluidos los musulmanes no suníes. Este país, que cuenta con un 60% de chiíes y un 38% son musulmanes suníes ha vivido un cambio de tendencia: mientras que los suníes estuvieron más protegidos en la época de Saddam Hussein, ahora han tomado el poder los chíies.
Aún así, ante amenaza como la del Estado Islámico, como comunidad mayoritaria en Iraq, los chiíes son los que más tienen que temer. El 15 de junio ISIL, reivindicaba la masacre de cientos de prisioneros, miembros chiíes de las fuerzas de seguridad iraquíes.
Los líderes cristianos señalaron la amenaza que ISIL supone para sus comunidades. Amel Nona, arzobispo caldeo de Mosul, describe como, a medida que ISIL avanza, los últimos cristianos han ido huyendo de una ciudad en la que solo hace 11 años vivían 35.000 fieles
En países de mayoría chií, como Irán, por ejemplo, donde el Estado está subordinado a la autoridad de los clérigos chiíes y este controla todas las actividades de las comunidades u organizaciones que no esté dentro del ámbito del islam chií.
Alrededor del 9% de la población de Irán es musulmana suní. Las autoridades religiosas de Irán consideran a los suníes como «hermanos», pero con una fe incompleta, y lógicamente imponen severas restricciones a dichas comunidades.
En Siria, musulmanes de diferentes tradiciones también han sido víctimas de horribles actos de opresión. La mayoría suní informa con frecuencia de que es atacada por las fuerzas de Al Asad o por las leales al régimen. Tanto las comunidades musulmanas moderadas, así como los grupos religiosos minoritarios han denunciado horribles violaciones de los derechos humanos a medida que ISIS va tomando zonas clave del norte de Siria.
En China, el Estado manda a »ocupar» zonas musulmanas
En China, hay una forma de islam en Xinjiang vinculada a la población uigur. Pekín ha enviado cientos de miles de chinos Han a esta región, para convertirles en el grupo étnico dominante. Protegidos por el Gobierno central, los chinos Han ocupan ahora los puestos más elevados en casi todos los ámbitos. Para someter a los uigures, el Gobierno está imponiendo fuertes restricciones a la libertad religiosa, al culto religioso musulmán y a la enseñanza de la lengua y la cultura uigures de la zona.
El 26 de marzo de 2013, los tribunales de Kashgar y Bayingol condenaron a 20 uigures a largas penas de prisión (una de ellas perpetua) acusados de haber sido «envenenados por el extremismo religioso».
Los días 23 y 24 de abril de 2013 se produjeron enfrentamientos en Selibuya, cerca de Kashgar (Xinjiang), entre civiles uigures y policías chinos Han que dejaron al menos 21 muertos, 15 de ellos chinos Han y los otros seis presuntos terroristas uigures.