Macri asume una «mala» jornada que acerca al opositor Alberto Fernández a la Casa Rosada. Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) celebradas en Argentina han servido como termómetro del futuro político inmediato y han dejado al presidente, Mauricio Macri, en la cuerda floja, consciente de que la «mala» jornada del domingo acerca al opositor Alberto Fernández, abanderado ahora del ‘kirchnerismo’, a la Casa Rosada, según recoge Europa Press.
El hundimiento gubernamental no ha tenido paliativos. En la provincia de Buenos Aires, donde contaban con la baza de la popular gobernadora María Eugenia Vidal, el candidato kirchnerista, Axel Kicillof, rozó el 50% y Vidal se quedó en el 32%. En los grandes centros urbanos, salvo la ciudad de Buenos Aires, en las áreas rurales, en el sur y en el norte, la oleada del peronismo resultó imparable. “Una ola de esperanza derrotó a la mentira y los argentinos del trabajo derrotaron a la especulación financiera”, dijo Sergio Massa, cuyo retorno al redil peronista, tras varios años como líder de Alternativa Federal, contribuyó a reconstruir la unidad en torno a Alberto Fernández.