Hooligans violentos, de extrema derecha y con un enemigo común: los salafistas. Llevan meses agitando las redes y ahora han decidido tomar las calles. Empezaron publicando contenido en la red social Facebook, donde los seguidores de un grupo de hinchas de fútbol descargaron su ira en los foros. Tienen una activa página web de perfiles y simbologíaclaramente neonazis, en la que se llama a luchar juntos contra el islamismo radical. Ahora, ciudades como Essen, Nuremberg, Mannheim, Frankfurt y Dortmund miran atemorizados como hoolingans islamófobos y extremadamente violentos se han unido contra los salafistas, una rama ultraconservadora del Islam.
Colonia fue el escenario de la última manifestación que reunióa más de 4.000 miembros de Hooligans contra salfistas. Ya han anunciado que el próximo 15 de noviembre repetirán las manifestaciones en ciudades como Berlín y Hamburgo. Las autoridades han mostrado su sorpresa ante la rapidez con la que se han organizados los hooligans y están preocupados ante la posibilidad de que un enfrentamiento entre los dos grupos fanáticos.
“Somos hooligans en contra de salafistas. Juntos somos más fuertes”, reza uno de los mensajes en su página de facebook. Hooligans, ultras, hinchas de fútbol y ciudadanos de a pie participan en estas manifestaciones en las que vuelan piedras, latas de cerveza y la policía tiene que responder con cañones de agua. A la última manifestación se esperaban 1.500 personas, pero las previsiones desbordaron a los organizadores ya que unos 4.800 simpatizantes participaron en la convocatoria.
La organización ha tomado como base «Pro-NRW», un partido de Renania del Norte-Westfalia con apenas 1.900 militantes que está en contra de la construcción de mezquitas en ese Land. «Pro-NRW obtuvo un 1,2 por ciento en los últimos comicios regionales por lo que no logró los votos suficientes para obtener un escaño en el Parlamento federal (Bundestag), aunque sí tiene uno en la Eurocámara, donde no existe el listón mínimo del 5 por ciento.
Colonia y la vecina región de la Cuenca del Ruhr son terreno abonado para la nueva denominación del grupo, por concentrar la hinchada de cinco clubes de primera división de la Bundesliga –Borussia Dortmund, Schalke04, Bayer Leverkussen, Borussia Mönchengladbach y FC Colonia– y otros tantos en segunda.
Es un Land empobrecido y altamente endeudado por el desmantelamiento de su tejido industrial y minero, cuyas autoridades deben contener tanto a la ultraderecha como al salafismo, que el pasado año llevó acabo una provocadora campaña de reparto de ejemplares gratuitos del Coran ensus zonas peatonales.
La ultraderecha alemana y los salafistas se enfrentaron porlas caricaturas de Mahoma
No es la primera vez que estalla la tensión entre estos dosgrupos radicales. En mayo de 2012, el partido minoritario de extrema derecha Pro NRWelevó la tensión con la comunidad musulmana en Renania del Norte-Westfalia alponer en marcha una campaña para mostrar caricaturas de Mahoma delante de las mezquitas.
Hooligans violentos, de extrema derecha y con un enemigo común:los salafistas. Llevan meses agitando las redes y ahora han decidido tomar lascalles. Empezaron publicando mensajes en la red social Facebook, donde losseguidores de un grupo de hinchas de fútbol descargaron su ira en los foros.Ahora, ciudades como Essen, Nuremberg,Mannheim, Frankfurt y Dortmund miran atemorizados como hoolingans islamófobos yextremadamente violentos se han unido contra los salafistas, una rama ultraconservadora del Islam.
Colonia fue el escenario de la última manifestación que reunióa más de 4.000 miembros de Hooliganscontra salfistas. Ya han anunciado que el próximo 15 de noviembre repetirán lasmanifestaciones en ciudades como Berlín y Hamburgo. Las autoridades han mostrado su sorpresa antela rapidez con la que se han organizados los hooligans y preocupados ante laposibilidad de que un enfrentamiento entre los dos grupos fanáticos.
“Somos hooligans en contra de salafistas. Juntos somos másfuertes”, reza uno de los mensajes en supágina de facebook. El movimiento Hooligans contra salafistas cuenta con unperfil muy activo en la red donde su cuenta ha sido bloqueada en variasocasiones. Sus mensajes convencen a muchosciudadanos. Hooligans, ultras, hinchas de fútbol y ciudadanos de a pieparticipan en estas manifestaciones en las que vuelan piedras, latas de cervezay la policía tiene que responder con cañones de agua. A la última manifestación se esperaban 1.500personas, pero las previsiones desbordaron a los organizadores. Unos 4.800simpatizantes participaron en la convocatoria.
La organización ha tomado como base «Pro-NRW», ungrupúsculo de Renania del Norte-Westfalia con apenas 1.900 militantes y enlucha contra la construcción de mezquitas en ese populoso «Land»-donde está la ciudad de Colonia, que ya en el pasado se enzarzó en batallascallejeras contra la minoría salafista de Alemania (unas 5.000 personas).
«Pro-NRW» -nombre que responde a las iniciales enalemán de ese «Land»- obtuvo un 1,2 % en los últimos comiciosregionales, de acuerdo al escaso eco en las urnas de la ultraderecha, que nuncalogró escaños en el Parlamento federal (Bundestag), aunque sí tiene uno en laEurocámara, donde no existe el listón mínimo del 5 %.
Colonia y la vecina región de la Cuenca del Ruhr son terrenoabonado para la nueva denominación del grupo, por concentrar la hinchada decinco clubes de primera división de la Bundesliga -Borussia Dortmund, Schalke04, Bayer Leverkussen, Borussia Mönchengladbach y FC Colonia- y otros tantos ensegunda.
Es un «Land» empobrecido y altamente endeudado porel desmantelamiento de su tejido industrial y minero, cuyas autoridades debencontener tanto a la ultraderecha como al salafismo, que el pasado año llevó acabo una provocadora campaña de reparto de ejemplares gratuitos del Coran ensus zonas peatonales.
La ultraderecha alemana y los salafistas se enfrentaron porlas caricaturas de Mahoma
No es la primera vez que estalla la tensión entre estos dosgrupos radicales. En mayo de 2012, el partido minoritario de extrema derecha Pro NRWelevó la tensión con la comunidad musulmana en Renania del Norte-Westfalia alponer en marcha una campaña para mostrar caricaturas de Mahoma delante de las mezquitas.