El conservador Alain Juppé es otro de los rivales más temibles que tiene enfrente Nicolás Sarkozy en su carrera hacia la presidencia de la foprmación conservadora UMP, la cuna de Nicolás Sarkozy y de François Fillon que ahora son sus dos adversarios principales en las elecciones a la presidencia del partido.
Señalado como un hombre discreto, es una de las figuras que la prensa francesa señala como el que podría batir a Marine Le Pen en una primera vuelta a las elecciones presidenciales de 2017 al Elíseo. Dentro, por supuesto, del sector de la derecha francesa. Tras la entrevista que mantuvo Nicolás Sarkozy en la televisión francesa con motivo de su »rentrée» Juppé aprovechó para escribir en su blog y hacerse eco del modelo que quiere para Francia y que plantea como la «alternancia» en el seno de su partido.
Según un artículo que plantea en su blog habla de un nuevo «crecimiento» que señala a las políticas de crecimiento y de la reducción del déficit público, una idea que ya flota en el aire desde la semana pasada cuando se produjo la moción de confianza a la que fue sometido Manuel Valls, actual primer ministro de Francia. El déficit francés, que plantea tanto a la izquierda como a la derecha, se tendría que encontrar en cotas por debajo del 3% , pero lo cierto es que las previsiones que ha avanzado el gobierno de Hollande apuntan a más de un 4%, con lo cual esta perspectiva se ve difícil de superar.
Juppé se hace eco también de que quiere renovar la educación nacional francesa bajo una serie de líneas de actuación, a saber, quiere crear una serie de responsabilidades que involucren a los actores sobre el terreno, quiere emprender medidas que renueven las líneas pedagógicas en la enseñanza.
Además plantea una Europa menos burocrática, es decir, que concentre menos normas y que sea más productiva en materia económica, que avance más deprisa y con menos impedimentos. Por otro lado señala a la unidad nacional francesa, al igual que hubieran hecho el resto de sus compañeros de partido, especialmente Nicoás Sarkozy pues apunta a «la diversidad del pueblo francés» y habla de un estado «fuerte» y que «garantice nuestras libertades públicas».
Juppé, que ostentó durante el gobierno de Sarkozy el cargo de ministro de Asuntos Exteriores y que fue primer ministro de Francia de 1995 a 1997, es uno de los grandes veteranos de la formación política. Al igual que su compañero Sarkozy se define a sí mismo en su discurso como «un servidor de la República», un comentario muy extendido dentro de las filas del conservador UMP, de corte gaullista, es decir, herederos directos de Charles de Gaulle.
En la actualidad es alcalde de la ciudad de Burdeos, cargo en el que fue elegido en una primera vuelta que se realizó en este año 2014. Juppé, que ha mostado su determinación en ir hasta el final en la carrera de las primarias, pese a los grandes contrincantres que se le presentan, Nicolás Sarkozy y François Filon, los dos grandes pesos pesados de la formación conservadora francesa.