La aplicación del llamado »suero milagroso» a los dos sanitarios americanos infectados en África ha abierto la esperanza para muchos afectados, pero en el continente africano saben que será difícil que puedan tener acceso a ese medicamento experimental que reciben Nancy Writevol y Kent Brantly. El asistente del ministro de salud de Liberia Tolbert Nyenswash asegura, según publica The Wall Street Journal, que han recibido numerosas peticiones de pacientes afectados y de sus familiares para poder recibir el tratamiento de los americanos.
Nigeria, donde dos decesos fueron confirmados hasta ahora, indicó que estaba negociando con los Centros para el control y la prevención de enfermedades estadounidense (CDC) para obtener el ZMAPP.
El famoso suero ZMapp aún no se había probado en humanos y Nancy Writevol y Kent Brantly, han sido los primeros en someterse como conejillos de indias. La decisión de probarlo la tomaron ellos mismos con sus familiares y los médicos. Desde el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas estadounidense advierten de que aunque los dos pacientes han mejorado y parece funcionar, no existe ninguna garantía de que sea igual en todos los casos ni se conocen posibles efectos secundarios.
Según los medios estadounidenses, el Gobierno de EEUU ha tardado 15 años con una inversión de millones de dólares para conseguir el suero. Uno de los profesores que ha colaborado en la elaboración del ZMapp, Charles Arntzen de la Universidad de Arizona, explica al Washington Post que se podrían producir 10.000 dosis en un mes.
También la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado sus dudas por el uso experimental de un medicamento que nunca antes había sido probado en humanos, y del que se desconoce su perfil de seguridad -de hecho el Ministerio de Sanidad no tiene previsto solicitarlo para los religiosos españoles repatriados-. La propia OMS ha establecido un panel de expertos que debatirá la próxima semana los aspectos éticos que rodean a esta cuestión.
tres expertos del virus, entre ellos el profesor belga Peter Piot, quien había descubierto el virus en 1976 junto con otros científicos, pidieron que el suero fuera distribuido entre quienes lo necesitaban.
«Es más que probable que si el ébola se expandiera en los países occidentales, las autoridades de salud pública distribuirían a los pacientes vulnerables medicamentos o vacunas aún en estado experimental», indicaron expertos en un comunicado conjunto.
«Los países africanos donde hace estragos la actual epidemia deberían beneficiarse de la misma oportunidad», consideraron.
Mapp Pharmaceuticals, empresa estadounidense que desarrolló el suero junto con la canadiense Defyrus, informó que cualquier decisión acerca de su aplicación debería tomarse con equipos médicos, según estipula la reglamentación, y añadió que intentaba aumentar su producción.
Compuesto de Nicotina
El compuesto del suero experimental es un «anticuerpo monoclonal de tres ratones» fabricados a partir de hojas de tabaco modificadas, que demoran semanas en crecer. Para crearlo, algunos ratones de laboratorio fueron expuestos a fragmentos de virus ébola.
Los anticuerpos formados como respuesta en el organismo de los ratones fueron sucesivamente «recogidos» para poner a punto el medicamento.
El funcionamiento del suero consiste en prevenir el ingreso del virus de la fiebre hemorrágica en nuevas células del organismo y así impedir la difusión de la infección en el cuerpo.
Este suero no es el único en desarrollo: los investigadores de la Universidad Auburn trabajan en una molécula, identificada como WY3161, que ha mostrado su capacidad para revertir el efecto por el cual ciertos virus bloquean el sistema de inmunidad.