De esta forma, el Tribunal de Casación ha aceptado la apelación presentada por Marino contra su condena a dos años de cárcel, emitida por un tribunal el 11 de enero de 2018, según ha informado el diario italiano »La Stampa».
El alcalde de Roma, que ocupó el cargo entre 2013 y 2015, se vio cuestionado por algunas de las cenas que ha pasado al erario público de los más de 20.000 euros que ha gastado con la tarjeta de crédito del consistorio.
Marino sostuvo que todas las cenas que ha pagado con esa tarjeta correspondían a cenas de representación como primer edil, con personalidades políticas, pero varias de sus justificaciones fueron rechazadas por los que se supone que habían participado en las mismas.
La caída de Marino tuvo lugar después de que un grupo de 26 concejales anunciaran su dimisión, lo que él describió como una traición. Así, acusó al entonces primer ministro de Italia, Matteo Renzi, de ser «el único culpable de esta puñalada».