No contento con que los ataudes los usen los muertos, ahora un fabricante de féretros ucraniano busca un nuevo nicho de mercado entre los vivos. Para ello ha hecho suya aquella famosa máxima de «no huyas de tus miedos, enfréntate a ellos». Así, el empresario, de la ciudad ucraniana de Truskavets, ha puesto en marcha un nuevo negocio en el que se utilizan los ataúdes como terapia para perderle el miedo a la muerte.
El impulsor de la idea, Stepan Piryanyk, lleva en el negocio más de una década. Su empresa tiene el sugerente nombre de Eternidad, emplea a 150 personas y produce cerca de 1000 féretros al mes. Con este nuevo servicio pretende ofrecer a sus clientes una experiencia nueva: dormir en el interior de los ataúdes que él mismo confecciona y descansar dentro durante un cuarto de hora. Como extra, se puede disfrutar de música de todo tipo y sonidos ambientales para hacer la experiencia más intensa. Cerrar la tapa del féretro es opcional. Entre quienes lo han probado ya, muchos aseguran que es un momento reparador. Sin embargo, algunos expertos consideran que puede provocar depresión.
Por el momento las sesiones son gratis, aunque Piryanyk planea empezar a cobrar 25 dólares.