Saad Kaiche es posiblemente el hombre más alto de España, con 2,30 metros de altura, a sus 27 años, calza un 56 y medio y pesa 127 kilos, y aspira a tener un empleo y un equipo de baloncesto en el que aprovechar su estatura.
Kaiche nació en M»sila (Argelia) y malvive en Barcelona desde hace dos años.
Explica que está desempleado y sin domicilio fijo, lo que le obliga a subsistir de la ayuda de algunos de sus paisanos, que lo acogen temporalmente en sus viviendas.
«Puedo trabajar en informática, de pintor, de electricista, soy un manitas», dice.
Además, jugó al baloncesto en el equipo Wab Boufarik de Argelia antes de probar suerte hace cinco años en el Breogán de Lugo, donde no cuajó, al sufrir una lesión en la rodilla de la que afirma que ya está plenamente recuperado.
Pese a su precaria situación no se ha planteado regresar a su Argelia natal, además, hace unos días se tropezó con Pepe Sillero, un veterano del baloncesto profesional que jugó hace unas décadas, entre otros, en el Joventut de Badalona, quien, al ver su talla, se interesó por él.
Sillero, a sus 2,02 de estatura parece poca cosa ante Kaiche, y se ha comprometido a entrenarle unos días para ver si recupera su estado físico, que no ha podido cuidar, ni en alimentación ni en gimnasio, por su extrema pobreza.
Al recordar su infancia, cuenta que a los 12 años ya medía más de 2 metros, y crecía una media de 1,5 centímetros al mes con continuos dolores articulares, por lo que en Argel le operaron para detener su crecimiento, «si no ahora mediría 2,50 metros».
Le hace gracia que digan que es el hombre más alto de España; ha leído que el hombre más alto del mundo vivo, mide 2,42, pero asegura que no es cierto porque él conoce a una persona de un pueblo argelino, cercano al suyo, que mide 2,50 «pero apenas puede levantarse y siempre está en la cama», ha asegurado.
Dice que quiere aprovechar el permiso de residencia y de trabajo por cinco años que tiene para sacar adelante su vida en España y para completar su currículo, indica que habla perfectamente árabe y francés, además del español «y un poquito de inglés».
En la historia de España, Kaiché no es la persona más alta ya que le supera Migel Joakin Eleizegi Arteaga, el «Gigante de Altzo», que medía 2,42 metros y que recorrió toda Europa exhibiendo su envergadura.
Otro gigante español fue Agustín Luengo Capilla, que nació en Puebla de Alcocer (Badajoz), en 1826, y que probablemente ha sido, con sus 2,35 metros, el segundo español más alto de todos los tiempos hasta ahora.
Fermín Arrudi Urieta (Sallent de Gallego, 1870-1913), el »gigante de Sallent», fue un personaje famoso en todo el Pirineo aragonés por sus 2,29 metros, según relata Rafael Andolz, que ha escrito un libro sobre su vida.