La imperiosa necesidad de una hamburguesa con queso recién hecha puede eclipsar el sano juicio. Es la única explicación posible al caso de Gregory Jackson Senior, un ciudadano estadounidense, que llamó repetidas veces al número 911 de la Policía de NewCastle (Indiana, EEUU) para pedir una hamburgesa con queso, y acabo encerrado en prisión.
Según el canal WISH-TV, un hambriento Jackson realizó nueve llamadas al 911 en 90 minutos para pedir una deliciosa hamburguesa.
El operador de emergencias, después de decirle a Jackson que «no atendía pedidos de cheeseburger», envió una patrulla al apartamento de Gregory Jackson.,
La persona al teléfono de Emergencias estaba preocupada de que realmente Jackson no hubiera comido en mucho tiempo. Pero la historia no terminó ahí.
Lea la surrealista conversación
Operador: Señor, no entiendo una palabra de lo que está diciendo.
Gregory: (ininteligible)
Operador: OK, ¿qué necesita?
El operador intenta adivinar qué ocurre
Operador:OK, ¿por qué ha llamado al 911, qué necesita?.
Operador: ¿Tiene una emergencia?
Gregory: Una hamburguesa con queso.
Operador: Que tenga un buen día.
Pero Gregory no se iba a rendir facilmente, y llamó otra vez.
Operador: 911, ¿su emergencia?
Greg: Sí, estaba hablando con Usted. Me ha colgado.
Operador:Bueno, le he preguntado si tenía una emergencia. Ha dicho que no, que necesita una hamburgesa con queso. Y nosotros no atendemos pedidos de hamburgesas con queso.
Y vuelve a la carga.
Operador: ¿Sabe? Si me facilita algo de información, puedo intentar ayudarle.
En ese momento, el operador de emergencias indaga y descubre que, al otro lado de la línea, está un viejo conocido del Departamento de Policía de New Castle.
Gregory Jackson Sr. es un hombre con un largo historial, en su mayor parte relacionado con el abuso del alcohol. Jackson ya había pasado algún tiempo en prisión por robo, tráfico de drogas, y conducción imprudente. Como el operador teme que Jackson lleve realmente mucho tiempo sin comer, envía un oficial a su apartamento.
Operador: ¿Escucha Usted que están llamando? (a su puerta)
Greg: Sí.
En lugar de cumplir con el deseo del hambriento interlocutor, la Policía arrestó a Jackson, de 52 años de edad, ya que era buscado por no haber comparecido ante un tribunal dos días antes. Así que ahora está detenido en la cárcel del Condado de Henry.