El templo de la Sagrada Familia es una obra, que aunque inacabada, es referencia y el resultado de la excepcionalidad del arquitecto catalán Antoni Gaudí (1852-1926). Iniciada en 1882, el Santo Padre Benedicto XVI la consagró y la declaró Basílica menor el 7 de noviembre de 2010. Asimismo, desde el año 2005, la fachada del nacimiento y la cripta del templo forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Esta exposición está enmarcada en el año Campins-Gaudí (2014-2015), que conmemora el centenario de la restauración de la Catedral de Mallorca por parte de Gaudí.
La iniciativa pretende reconocer el impulso reformador del Obispo Campins y dar a conocer a Gaudí como creyente, y conmemorar que hace 100 años ambos llevaron a cabo la reforma de la Catedral de Mallorca, que celebra este Año con toda un serie de actos, conferencias y exposiciones.
Con la reforma de la Catedral, Gaudí dotó de luz y espacio en la Seu. La intervención más importante, al menos en volumen, fue el baldaquín del altar mayor, hecho en hierro y vidrio. El arquitecto catalán también fue el responsable de hacer entrar en la catedral mallorquina la luz eléctrica, gracias a unas lámparas diseñadas por él, y potenciar la entrada de luz natural con unas vitrinas.