Así, por ejemplo, las personas que esperen más de 60 días para entrar en una plaza residencial reconocida se podrán acoger a una prestación económica; y una vez entre en la residencia no se revisará su grado.
Asimismo, como ha explicado la consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago, la responsabilidad de revisar el grado a la dependencia recae ahora en la Administración y no en el usuario, ya que hasta ahora si no lo hacía se le daba de baja del sistema y se le exigía devolver, con carácter retroactivo, la ayuda económica otorgada.
Finalmente, la modificación compatibiliza el servicio de ayuda a domicilio con la ayuda económica para los casos en los que no tienen acceso a la residencia.
(HABRÁ AMPLIACIÓN)