El príncipe Guillermo ha anunciado que en septiembre concluye su misión como piloto de búsqueda y salvamento y abandonará Gales para vivir en Londres junto con su esposa y su hijo.
Guillermo, de 31 años, concluye el próximo mes su misión de tres años en la base de la Fuerza Aérea británica en la isla de Anglesey, en el extremo oeste del país de Gales, y se instalará definitivamente en el Palacio de Kensington con su esposa Catalina y su hijo, el príncipe Jorge, nacido el 22 de julio.
«Pensaba que las misiones de búsqueda y salvamento en Snowdonia eran exigentes física y mentalmente, pero tengo que decir que ocuparse de un bebé de tres semanas es igual de duro», dijo el príncipe en un discurso pronuncido con motivo del salón agrícola de Anglesey. Guillermo, que ha vuelto al trabajo tras un permiso de paternidad de dos semanas, agregó sonriente que su hijo es «más bien ruidoso, pero muy bello».
El duque de Cambridge, su título oficial, anunciará próximamente si va a continuar o no con su carrera militar, ya que cada vez tiene más compromisos reales, dado que su abuela, la reina Isabel II, de 87 años, tiende a delegar cada vez más.
En su discurso habló elogiosamente de la isla en la que ha vivido con su esposa: «La vamos a echar mucho de menos cuando mi misión de búsqueda y salvamento concluya el mes próximo y nos mudemos», dijo Guillermo, segundo en la línea de sucesión del trono británico tras su padre Carlos. El joven padre recibió varios regalos para su hijo durante este salón, entre ellos, un pequeño tractor.
El palacio londinense de Kensington, cuya reforma concluirá este otoño, será el principal domicilio de la familia, que en los próximos meses podrá disponer de una residencia secundaria, Anmer Hall, en la propiedad real de Sandringham.