José Fernando, el hijo del torero José Ortega Cano, ha sido condenado a 21 meses de cárcel como autor de un delito de robo con violencia con el agravante de uso de superioridad. El juzgado le condena por el robo violento de un coche tras un incidente en un club de alterne de Sevilla.
El hijo del diestro no ingresará en prisión, ya que la condena impuesta por un juzgado de Sevilla ha sido inferior a los dos años de cárcel. En la sentencia de condena se le ha aplicado un atenuante por confesión de los hechos.También se le ha aplicado el atenuante de drogacción.
José Fernando deberá realizar trabajos en beneficio de la comunidad durante 31 días por conducir sin carné, según informa El Diario de Sevilla.
El juzgado también condena al joven por una falta de lesiones a una multa. La abogada del joven ha declarado a los periodistas que estaban en el juzgado que está satisfecha con la resolución.
El juicio quedó visto para sentencia el pasado 14 de marzo y ese mismo día la juez penal 5 decidió dejar en libertad a los cuatro acusados que permanecían encarcelados desde noviembre del 2013, entre ellos José Fernando, a la vista de la rebaja de la condena que pedían para ellos.
Al elevar a definitivas sus conclusiones, la Fiscalía de Sevilla rebajó su petición de condena para José Fernando de cinco a tres años de cárcel y el abogado Manuel Manzaneque, en nombre del agredido, de ocho a dos años.
La abogada Esperanza Lozano, defensora de José Fernando, solicitó la absolución y, en caso de condena, pidió a la juez que aplicase al joven las atenuantes de colaboración con la Justicia, reparación del daño y drogadicción.
Los defensores de los restantes cinco procesados admitieron penas de entre seis meses y un año de cárcel por la paliza que propinaron en la madrugada del 2 de noviembre del 2013 a Jonathan A.V., a quien robaron su coche y dos móviles y posteriormente tres de ellos, entre ellos José Fernando, lo incendiaron tras usarlo tres días.
José Fernando fue juzgado en la misma sala donde su padre fue enjuiciado en el 2013 por provocar un accidente de tráfico mortal, asunto que se saldó con una condena de dos años y medio de cárcel. El joven dijo en su declaración que se sentía«avergonzado y arrepentido» de lo que hizo.