Según ha anunciado el presidente de la asociación, Ángel Trabada, el primer acto será este domingo, día 28, cuando los integrantes de la entidad cortarán la carretera N-547 a su paso por O Pino (A Coruña), el lugar en el que el pasado 7 de junio falleció arrollada una peregrina.
«Interrumpiremos la circulación con un gran paso de peatones humano con el que queremos simbolizar que todas las administraciones deben implicarse para garantizar que no se repita ningún atropello», ha apuntado Trabada, para quien accidentes como este «no sólo no benefician en nada la imagen del Camino», sino que «incluso contradicen la idea arraigada del Camino como sinónimo del disfrute del paisaje o de la tranquilidad».
Durante el corte, los manifestantes también entregarán a los automovilistas varios documentos de concienciación elaborados por la asociación, con el objetivo de pedirles «una conducción más respetuosa».
PUNTOS A MEJORAR
El presidente de la asociación ya ha solicitado reuniones con la conselleira de Medio Ambiente, Ethel Vázquez, la presidenta de la Diputación de Lugo, Elena Candia, y el responsable de carreteras del Gobierno en la provincia de Lugo para presentarles un dosier con 75 puntos en los que es «importante o urgente» una intervención coordinada en materia de seguridad.
En concreto, las intervenciones necesarias abarcan tres cuestiones básicas, la limitación de velocidad en algunos puntos, el pintado o adecuación de los pasos de peatones y la instalación de bandas sonoras que obliguen a los conductores a reducir su velocidad allí donde sea aconsejable.
Finalmente, Ángel Trabada también ha solicitado una reunión con el subdelegado del Gobierno en Lugo, Ramón Carballo, para «mejorar y reforzar la seguridad» en el Camino debido al «incremento de la preocupación de los peregrinos por su integridad física» a raíz de sucesos como la desaparición de la peregrina estadounidense Denise Thiem.