Ante laangustiosa pregunta de muchos padres con hijosconflictivos, de si les quieren igual o no que al hijo dócil, Elena Roger, pedagoga del gabinete SoloHijos, afirma que es normal “quererles de manera distinta”ya que se trata de un cuadro diferente a los demás, pintado con un estilo ytécnica distinta que “debes admirar desde un punto de vista adecuado”.
Y esque, según la experta, de la misma manera que es “imposible comparar” aVelázquez, Picasso o Van Gogh, porque cada cuadro tiene un valor por sí mismo,no se puede querer a los hijos por igual porque “cada uno es una obra de arte”.
Lospadres ponen en cada hijo expectativas e ilusiones diferentes y a cada hijo sele siente de forma especial por ser distinto a los demás, por eso a cada uno“se le debe de amar de forma personal yúnica”, afirma la pedagoga.
Roger afirma que los hijos tienesnecesidades diferentes, por lo que no se puede tratar a todos por igual. Unonecesitará más besos y caricias que otro, o requerir más dedicación de lospadres o más flexibilidad.
La experta aconseja, por ello, no comprar a los hijos lasmismas cosas o por el mismo valor, nihacer con ellos siempre las mismas actividades. Sepuede comprar un día un libro a uno y otra semana unos lápices a otro. O ir a labiblioteca una semana y la siguiente quedarse a jugar a solas en casa.
Para la educadora es importantetambién decir cada día al hijo algo bueno de él: hoy has sido generoso contu amigo, gracias por ese beso sorpresa que me diste o esta mañana tehas despertado muy alegre. Se trata de recordarles cualquier hecho del díaa día que les haga sentirse “valorados ytenidos en cuenta”, según ella.
¿A quién quieres más?
Ante laposible pregunta de un hijo sobre a quéhermano quieren más, hay padres que no saben cómo enfrentarse a larespuesta. Roger les anima a que respondansiempre recordándole que los padres aman de forma distinta a cada unoporque cada hijo es único.
Así,aconseja que por ejemplo resalten lasvirtudes de cada hermano con frases como “a ti te quiero por tu alegría ybuen humor y a tu hermana por su buen corazón y generosidad”.
Perocuando el hijo es rebelde y lo sabe,suele retar también a los padres con preguntas de este tipo. Es el momento decontestarle, según Elena Roger, que le quieres como es y que te gusta su forma de ser aunque “hayacosas que debes mejorar”. Y ese es el momento de decirle aspectos que debemejorar, como dejar de gritar o de pelearse, por ejemplo.
Roger aconseja al final recurrir a una imagen visual, como la de estar frente a dos pasteles, uno de chocolate y otro de fresa. Son distintos porque tienen ingredientes diferentes, pero «me gustan los dos y me los como con mucho gusto».