Los estafadores se las saben todas. Estudian a sus víctimas y las ‘cazan’ con una paciencia inigualable. Sus timos no suelen ser fáciles de creer en los que una inmensa mayoría pueda caer. No. En la mayor parte de las ocasiones las estafas son absurdas, increíbles, en las que solo unos pocos caen en la trampa, ya que si no no serían rentables. Se les pillaría pronto.
Los timos en Internet son múltiples pero uno que no pasa de moda es el ‘nigeriano’. Estos llevan muchos años entre nosotros y casi todos los usuarios habrán recibido en algún momento un correo procedente de un supuesto príncipe u hombre de negocios africano pidiendo ayuda para sacar una importante cantidad de dinero de su país, ofreciéndonos una más que interesante cantidad de dinero a cambio únicamente de nuestra colaboración y el ingreso de una pequeña cantidad de dinero en una cuenta para cubrir “gastos de transferencia”.
Pero como en ese tipo de engaños ya cae poca gente, estos timadores han ido evolucionando, y hoy en día se puede encontrar este tipo de estafas en muchos sitios online, y unos de los más famosos son las páginas de segunda mano.
Su ‘modus operandi’ siempre es el mismo y consiguen saltarse todos los filtros de las páginas. Teinteresa.es pone aquí un ejemplo real de cómo funciona para que sea más fácil entenderlo:
1. Los timadores intentan estafar con cualquier tipo de objeto que se venda de segunda mano en Internet. Primero preguntan por el precio para despistar y después se muestran totalmente de acuerdo, todo muy normal en principio.
2. El sistema de pago que suelen ofrecer es Paypal o transferencia bancaria. Hasta aquí casi todo es normal. Puede sonar raro su extraño español o que no puedan recogerlo en persona pero la posible venta pocas horas después de colgar el anuncio suele cegar de ilusión y esperanza al vendedor.
El siguiente paso es pedir los datos de la cuenta para supuestamente realizar el pago. Y la mentira se vuelve aun más “fiable” para el usuario cuando llegan mensajes de un banco (en este caso ScotiaBank) asegurando que la transferencia está en marcha.
El comprador misterioso, que en ningún momento se identifica, ofrece pagar la cantidad de dinero solicitada y los gastos de la empresa de transporte.
3. Las sospechas comienzan cuando el mismo banco confirma que la transferencia está paralizada, que el envío es a Nigeria o a otro país extraño y que para que finalice la operación hay que ingresar una cantidad de dinero ‘extra’ a través de Western Union, a la vez que insta a enviar el objeto que se vende. ¡Aquí es donde deben saltar las alarmas porque el dinero nunca puede retenerse!
En el momento en el que se cae en la trampa de pagar por adelantado, ya se puede decir adiós al dinero y al objeto que se vende.
Los timos existen de toda la vida. Hace tan solo una semana la Policía detenía a más de 20 personas en España por el famoso timo del décimo premiado, cuyas víctimas eran sobre todo personas ancianas.