Este verano nos está dando muchas sorpresas. Acostumbrados al calor asfixiante y en muchas ocasiones poco soportable, estos meses están siendo más fríos de lo habitual. Contra todo pronóstico, ni siquiera ha habido olas de calor.
Quien más está sufriendo este “extraño verano” es el extremo norte de la península. El director de Sirimiri Consulting, Eduardo Román, asegura que el tiempo tan variable que se está viviendo es más típico de “otoño”.
Tanto la primavera como el otoño son épocas de cambio y tránsito hacia una estación más extrema como el verano o el invierno. “Es normal que se sucedan días estables con días nubes y lluviosos. En agosto, lo habitual es que se den periodos más o menos largos de estabilidad y altas presiones y no cambios continuos en la atmósfera”, explica Román.
El meteorólogo destaca que “las borrascas que se sitúan en el Reino Unido están muy bien formadas y son muy activas para estas fechas y las nubes se están encajonando demasiado en el cantábrico”.
Bromeando, el director de Sirimiri Consulting exclama: «¡Parece que el otoño quiere entrar antes de tiempo!»
Pero agosto va a terminar como se merece, con calor y cielos despejados durante varios días, dejando de lado los ‘descafeinados’ meses que se han vivido.
Todo apunta a que hará calorcito hasta noviembre
El meteorólogo avanza que los modelos a largo plazo predicen que el “calorcito” puede durar hasta noviembre, lo que no sorprende tras los últimos meses de relativo fresco para las fechas en las que estamos.
Que haga calorcito no significa que nos vayamos a asfixiar de calor sino que los termómetros marcarán valores que estarán por encima de lo considerado normal.
Esto no quiere decir que no haya lluvias y frentes del Atlántico ya que septiembre, octubre y noviembre son meses de cambios que introducen al invierno y “cualquier cosa es posible”.
Lo que “está más o menos” claro es que septiembre dará la bienvenida con calor. La vuelta al cole, el final de las vacaciones y la rutina diaria estará acompañada de altas temperaturas.