El hecho de que el rey Felipe VI no haya realizado ninguna referencia directa a doña Letizia, más allá de la mención al esfuerzo de ambos por educar a sus hijas en “los valores de libertad, responsabilidad y tolerancia”, no ha pasado desapercibido.
Los expertos en protocolo restan importancia a este “olvido” y afirman que el objetivo pretendido en el discurso era el de dar todo el protagonismo a la figura del nuevo monarca. “Hoy el protagonista era él, el rey es él y ella al fin y al cabo es reina consorte”, explica Fran Carrillo, experto en oratoria. “Sucede igual en Reino Unido, con el duque de Edimburgo. El papel destacado es el de la Reina Isabel II”.
Carrillo considera que el gesto no supone ninguna descortesía, “simplemente, hay otras cosas que hay que relanzar. Ha mencionado la figura de su padre y de su madre, y la de Letizia ya la mencinó en su momento don Juan Carlos”.
Como afirma este experto, el pasado 2 de junio, en el discurso en el que don Juan Carlos anunció su abdicación, sí hizo referencia a la entonces todavía Princesa de Asturias, “El Príncipe de Asturias tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesarios para asumir con plenas garantías la Jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación. Contará para ello, estoy seguro, con el apoyo que siempre tendrá de la Princesa Letizia”, dijo el aún monarca.
En cambio, ayer, en el acto de sanción de la Ley Orgánica de abdicación, en el Palacio Real, don Juan Carlos no dirigió ningún gesto afectuoso a la ahora reina, como sí hizo con doña Sofía y don Felipe.
El pasado 4 de junio, en el que era su primer discurso tras conocerse la decisión de abdicar de su padre, en el Monasterio de Leyre (Navarra) don Felipe reafirmó su compromiso de trabajar por el país sin mencionar tampoco a doña Letizia, que le acompañaba en el acto.
Del mismo modo, por razones de protocolo, doña Letizia ha realizado hoy el trayecto entre el Congreso y el Palacio Real sentada en el Rolls Royce, mientras su esposo iba de pie y saludando a los presentes.