La nube tóxica que ha cubierto este jueves varios municipios de Barcelona está compuesta por ácido nítrico y cloruro férrico, dos elementos muy corrosivos,
El ácido nítrico es un líquido tóxico de color claro o transparente a amarillento. Si este ácido entra en contacto con las personas puede destruir las mucosas y mancha la piel de amarillo. La sustancia puede producir sensación de quemazón, tos, dificultad respiratoria y pérdida del conocimiento (síntomas no inmediatos). El ácido nítrico es una sustancia corrosiva que cuando se ingiere puede provocar dolor abdominal, sensación de quemazón y shock. También son comunes lesiones corrosivas graves en los labios, boca, garganta, esófago, y estómago.
El contacto directo con ácido nítrico líquido o vapor o humos concentrados sobre la piel mojada o húmeda causa graves quemaduras químicas. El ácido nítrico no se absorbe bien por la piel. Es una sustancia corrosiva que cuando entra en contacto con los ojos puede provocar dolor, enrojecimiento y quemaduras profundas graves.
El cloruro férrico es una sustancia estable. Reacciona con metales, cloruro de alilo, sodio, potasio, álcalis. Puede formar vapores tóxicos u corrosivos.
Muy agresivo sobre las mucosas y el tracto respiratorio superior. Los síntomas pueden incluir sensación y quemazón, tos, laringitis, acotamiento de la respiración, dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
Ingestión: Es corrosivo. Puede provocar quemaduras severas de la boca, e incluso estomago. Puede provocar vómitos y diarrea. Es poco tóxico en dosis bajas pero por encima de los 30 mg/kg puede provocar náuseas, vómito y diarrea. La orina de color rosado es un indicador de envenenamiento por hierro. Daño al hígado, y muerte pueden sobrevenir hasta tres días después de la intoxicación.
Ojos: Corrosivo. El contacto puede provocar visión borrosa, enrojecimiento, dolor y quemaduras severas.
Piel: Corrosivo. Puede haber enrojecimiento por irritación, dolor y quemaduras severas.