Un total de 3.218 migrantes pasaron por los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta y Melilla en el año 2017. Allí estuvieron de media 2,1 meses frente a los 11,4 meses de 2010, lo que supone una caída relevante en ocho años.
Las cifras las ha ofrecido, en la Comisión de Empleo y Seguridad Social, el secretario de Estado Tomás Burgos, respondiendo a Unidos Podemos. Desde el grupo parlamentario, querían saber el número exacto de migrantes que fueron expulsados de los CETI en 2017. Sobre esta cuestión ha precisado que fueron 198 las personas expulsadas, lo que implica un 6% del total.
Por nacionalidades, la mayor parte de los migrantes procedía den Siria, 1524; seguido de Guinea Conarcry, Costa de Marfil, Palestina y Burkina Faso. En total se hicieron 3.298 traslados.
Las cifras, para el Secretario de Estado, implican un «avance significativo» aunque «mejorable» y que ha atribuido a «los esfuerzos realizados por Interior y Empleo». Desde Podemos no lo ven igual. La senadora María Isabel Mora, ha denunciado una supuesta «discriminación por nacionalidad» ya que, según ha apuntado, los migrantes de determinadas nacionalidades, como los sirios, «pasan rápidamente» frente a los «pakistaníes o bangladeshíes» que pasan en el CETI de media «más del doble de tiempo, hasta un año y medio».
Algunos de los problemas principales llegan por la conducta de los propios migrantes. Burgos ha señalado que existe un documento de ingreso por en el que se acepta ser acogidos y “cumplir una serie de reglas” que garantizan esa convivencia. Desde Podemos señalan directamente la inexistencia de “garantías” lo que obliga a dejar en la calle a “personas demandantes de asilo y que no tienen recurso alguno”.
Los CETI, objeto de críticas
Los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes son los lugares a los que se traslada a las personas que acaban de llegar a España de forma irregular. Según la ley, “son establecimientos de la Administración Pública, concebidos como dispositivos de primera acogida provisional y destinados a dar servicios y prestaciones sociales básicas al colectivo de inmigrantes y solicitantes de asilo”.
Estos espacios han estado en el punto de mira de asociaciones que buscan que lo derechos de los migrantes se respeten en su intento por llegar a nuestro país. El pasado mes de noviembre, en el CETI de Melilla, se celebraron numerosas concentraciones de apoyo a 28 subsaharianos. Los manifestantes afirmaban que se les llevaron a comisaría y “nunca volvieron”.
En 2016, ACNUR señaló los espacios de ambas ciudades autónomas no eran aptos para los refugiados. La población mayoritaria en la actualidad, pide una reforma urgente tanto de las instalaciones como del modelo de funcionamiento.