El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad nos ha dejado uno de las mañanas más locas que se recuerdan en la historia reciente de El Gordo, y de las más infartantes que se recuerdan.
A las 8.30 de la mañana se esperaba que las bolas comenzaran a caer en de los fantásticos Bombos hechos en Chiclana, pero cuando pasaban de las 9.30 y no se tenía noticias ni de El Gordo, ni de sus primos menores, la tensión se mascaba en el ambiente.
Los comentarios de los expertos eran tajantes: el Sorteo no estaba siendo mañanero, ni por asomo. Cuando se sucedían los alambres de la primera tabla, y de la segunda, los afortunados que pudieron acceder a la sala del Sorteo en el teatro Real de Madrid, no sabían que hacer para calmar los nervios.
Entre los disfrazados de Merkel, los que iban de Rey Maya (que no Mago), y los que mostraban a los niños de San Ildefonso fotocopias gigantes de sus décimos, el caos en la sala era monumental.
Y cuando ya se especulaba con que Mariano Rajoy había dado órdenes a de Guindos de ingresar en el Banco de España las bolas de los premios, dejando sólo la pedrea, llegó la sorpresa.
¡¡¡¡Son las 10.13 y se canta El Gooordo!!!! Es el primer premio y el es pelotazo por excelencia. El 76058, con 4 millones de euros a la serie, se reparte por media España llevando la locura al Salón del Sorteo y a los ciudadanos que aún se quitaban las legañas, sorprendidos por un Gordo tan mañanero.
Mientras todavía tomábamos aire, y llamábamos a amigos y familia para saber si había que celebrar la fuga a las Islas Caimán de alguien conocido… entonces ¡otro premio!
En minutos se cantaba un 4ª premio, el 85045, y el griterío en las butacas del Teatro Real hacía casi imposible escuchar de qué número se trataba. Estábamos aún sorprendidos de la sucesión de premios importantes cuando, ¡otro premio, un 5ª premio el 11419!.
Llegados a este punto la situación parecía de chiste. Ismael y Sherley, los niños que estaban cantando en ese momento llevaba tres premios, y la racha parecía no tener fin ¿Alguién movió el bombo antes de comenzar, o es que se quedaeron pegados e iban a salir en fila uno detrás de otro?
Parecía que alguién había dado órdenes de que comenzarán a caer millones, porque si no se empezaría a marchar la gente a su casa. Las bromas sobre el asunto se incrementaron cuando poco más tarde, con Darío y Evelyn sobre el escenario, se cantaron tres quintos premios (55448, 22343, 49257) en apenas cinco minutos, y dos de ellos ¡en bolas consecutivas!
Al final, el acelerón de caída de premios hizo imposible relajarse hasta que terminaron por salir todos, cuando llegó el momento de que los agraciados disfrutaran de la lluvia de millones como está mandado.