El «Barco abortista» de la ONG holandesa Women On Waves, que atracó en Guatemala la noche del miércoles como parte de una campaña para reivindicar la interrupción del embarazo, tendrá que abandonar hoy el país, según indicó hoy a Efe un coronel del Ejército guatemalteco, que no se identificó.
La fuente dijo que el muelle donde está atracado el barco es privado y que el dueño sólo les aceptó el pago de la pasada noche, por lo que a lo largo del día de hoy deberían abandonar las instalaciones.
La controversia por la llegada del navío, que puede proporcionar a las mujeres abortos médicos legales gratuitos hasta con 10 semanas de embarazo, en intervenciones que se practican en aguas internacionales, se hizo notar en las redes sociales, en la postura del Ejército -que anunció impedirá la misión- y en las denuncias en su contra, al menos cuatro.
Por su parte, el portavoz de la Dirección General de Migración, Ardani Sical, señaló que la institución verifica la situación junto con otras entidades gubernamentales y que emitirán una opinión -si los expulsan del país- a lo largo de este día, presumiblemente.
Unas seis personas permanecen dentro del yate, anclado en el muelle del Puerto San José, con la prohibición de salir de la embarcación, pues ante Migración se declararon turistas y no como «una organización de la salud», según explicó el militar a Efe.
Es por ello que incurrieron en un delito de «falsedad de identidad», motivo por el que fue interpuesta una de las denuncias, señaló.
La organización asegura que todo es legal, que por ahora solo se ha brindado información y que en caso de que una mujer desee abortar se haría en aguas internacionales, con un método «legal y seguro», a 12 millas de la costa, fuera del territorio guatemalteco.
El equipo médico del navío, que llegó de México, y los guatemaltecos que colaboran a título individual, informan a la mujer y proporcionan, en el caso de quererlo, una píldora para el aborto, y en unas cuatro horas la nave está de regreso en tierra.
Una de las abogadas de la ONG, Silvia Carolina Barillas, explicó la pasada madrugada a Efe que la situación sigue igual y que solo un juez ha subido al barco para comprobar que no se esté violentando ningún derecho.
El Ejército de Guatemala ya había indicado el jueves que «no permitirá que esta ONG efectúe estas actividades» y añadió que, bajo las órdenes del presidente del país y comandante en jefe de la institución, Jimmy Morales, las autoridades están vigilando el proceso para que no se incurra en ningún ilícito.
Si las autoridades hacen efectiva la expulsión este viernes de la embarcación, una patrulla del Ejército escoltará al yate hasta aguas internacionales para constatar que abandona las guatemaltecas.
A menos de que la vida de la madre esté en riesgo, el aborto está prohibido por ley en Guatemala, en tanto Morales está a favor de proteger «el derecho a la vida» de los niños desde su concepción.
En este contexto, se calcula que cada año se producen 65.000 abortos ilegales e inseguros en Guatemala y anualmente unas 21.600 mujeres son hospitalizadas con complicaciones por los abortos ilegales, la tercera causa de muerte materna en el país.