El periodista y fotógrafo hondureño Edwin Rivera Paz creía que podía ponerse a salvo dejando su país; tras el asesinato de su colega Igor Padilla, había huido por miedo a correr la misma suerte. Finalmente fue asesinado a sangre fría en México, a mano de un grupo de hombres armados.
Kim Wall, periodista sueca, colaboradora para The New York Times y The Guardian, había recorrido todo el mundo haciendo reportajes. Pero fue en Dinamarca donde encontró la muerte, cerca de su pueblo natal. Tras subir a un submarino para entrevistar al creador del artefacto, no se volvió a saber de ella. Su cuerpo fue apareciendo por partes en el mar.
Daphne Caruana Galizia, periodista maltesa. Fue clave en la publicación de Los Papeles de Panamá. En 2017 entró en la lista de «personalidades que hacen moverse a Europa» del periódico Político Europa. En octubre del mismo año fue asesinada por una bomba instalada en su coche.
Los periodistas son perseguidos, acosados, encarcelados, secuestrados y asesinados, y no sólo en las zonas poco desarrolladas. Sólo en 2017, 65 periodistas fueron asesinados por ejercer su profesión y otros 179 fueron encarcelados en todo el mundo. En lo que llevamos de 2018 ya han sido asesinados 3 y la cifra de encarcelados se ha elevado a 189.
Reporteros sin Fronteras conocen bien la situación de los periodistas en zonas de conflicto y no han dudado en emitir una nueva entrega de su informe anual sobre los peligros del periodismo en los distintos continentes. Los datos vuelven a confirmar lo que año a año se viene denunciando. Los asesinatos de periodistas continúan, los grupos de poder siguen ejerciendo presión sobre la labor periodística, y en algunos países – incluso países desarrollados – ser periodista es un oficio de alto riesgo.
México colma el ranking, junto con Siria, de los países más mortíferos, y Corea del Norte ocupa la primera situación de los 180.
Una sombra negra sobre Europa
El informe, publicado este martes, desglosa la situación de los periodistas que trabajan en un total de 180 países, divididos en 6 regiones del mundo.
En el caso de Europa, la situación dista de ser buena para el periodismo libre. Países como Malta, Rusia, Ucrania, Italia o los Balcanes muestran, según el informe, fuertes carencias para la libertad de prensa, y registran incidentes de violencia y asesinatos.
En Italia, al menos 200 periodistas deben llevar escolta policial después de publicar ciertos trabajos, una docena de ellos de forma permanente. Uno de ellos es Roberto Saviano, autor de Gomorra. Desde que publicó su libro sobre las cloacas de la mafia de Napoles, debe llevar un grupo de escoltas las 24 horas.
El país italiano ocupa la el puesto 52 de 180 en cuanto en el top de países con más libertad periodística. Un puesto bajo que le coloca en la “lista naranja”, junto países como Túnez, Ucrania, Ecuador o Bolivia.
Por su parte España ocupa el puesto 29, dentro de la “lista amarilla”, la segunda con mejor valoración. Sin embargo, el informe no pasa de largo sobre las consecuencias de la “ley mordaza” y menciona casos de periodistas multados por tomar fotos de policías y el “control escandaloso” del gobierno sobre RTVE.
Sobre Reino Unido, Alemania y Francia destacan sus propuestas para bloquear contenidos de redes sociales, como la “Ley de Facebook” alemana y otras medidas legislativas en Francia. Dichas regulaciones son, según indican, resultado de la lucha antiterrorista que, afirman, “perpetuarían el seguimiento y vigilancia a la prensa, limitando sus actividades y en especial afectando al secreto de sus fuentes”.
Oriente medio, la zona negra
La parte del globo con más países en “lista negra” es Oriente Medio, zonas donde es especialmente necesaria la presencia la presencia de periodistas. En 2017, las guerras en la región se cobraron la vida de al menos 22 informadores del total de 65 que se registraron en todo el mundo: 12 en Siria, ocho en Irak y dos en Yemen.
Sus muertes difícilmente pueden ser investigadas debido a la situación de caos generalizado que reina en las zonas de conflicto.
Los números, a pesar de ser escandalosos, han mejorado, pero no por la mejora de la situacion en Siria. Reporteros Sin Fronteras aseguran que dicho descenso se debe a que muchos periodistas han decidido, directamente, no trabajar en la zona.
Secuestrados y encarcelados
Los secuestros y los encarcelamientos son el otro gran problema. Mahmoud Abou Zeid, alias Shawkan, sigue encarcelado en Egipto después de ser detenido “arbitrariamente” por cubrir la disolución violenta de una manifestación de los Hermanos Musulmanes, a quienes el país considera terroristas.
Shawkan es uno de los 15 periodistas encarcelados en Egipto, uno de los que más profesionales mantienen en sus cárceles hasta la fecha.
Y es que los secuestros son frecuentes en Oriente Medio y África Norte, zona del globo donde más casos se han registrado.
Algunos de los profesionales secuestrados han acabado ejecutados en vídeos virales para promocionar la causa del Estado Islámico o de Al Qaeda. Sólo el DAESH firmó en 2017 el secuestro de un total de 22 periodistas en la zona de Oriente Medio. Los hutíes realizaron 11 secuestros, grupos como Al Qaeda o Al Nusra están detrás de 5 profesionales secuestrados y otros grupos terroristas han secuestrados a 16 periodistas.
En 2017 se registraron el secuestro de 57 periodistas secuestrados, la mayoría en Yemen, Siria o Irak, aunque también se han registrado dos casos en Ucrania.