Inés del Río Prada, de 53 años de edad, es una de las etarras más sanguinarias de ETA. En los años 80 estuvo al frente de la maquinaria del comando Madrid, que sembró el terror junto con otro histórico de la banda, José Ignacio de Juana Chaos, que ya está libre de las rejas.
Del Río Prada ha sido condenada a 3.000 años de cárcel por 24 asesinatos y otros delitos de terrorismo y desde febrero de 1989 cumple condena. Su defensa ha sido la encargada de llevar a Estrasburgo la doctrina Parot, por la que debería permanece en prisión hasta 2017.
Auxiliar administrativa y miembro de ETA, nació en Tafalla, Navarra, el 2 de septiembre de 1958. En 1984 ingresó en el Comando Madrid, donde se encargó de crear la infraestructura necesaria para cometer los atentados. Por ejemplo, se encargó de trasladar la furgoneta cargada de explosivos que estalló en la plaza República Dominacana de Madrid, el atentado más sangriento de la capital que costó la vida a 12 agentes de la Guardia Civil.
Durante los años siguientes realizó varias vigilancias que fueron utilizadas para perpetrar las acciones terroristas que causaron la muerte del vicealmirante Escrigas, el coronel Romero González, el teniente coronel Vesteiro, el comandante Sainz de Ynestrillas y su soldado conductor, 5 miembros de la Guardia civil en la calle Juan Bravo de Madrid y otros 12 agentes en la plaza de la República Dominicana.
Tuvo también un papel destacado en la preparación e información del atentado contra el presidente del Consejo General del Poder Judicial Antonio Hernández Gil, el 8 de mayo de 1986, y en el ataque con granadas al Ministerio de Defensa, el 21 de julio de ese mismo año.
Fue detenida el 6 de julio de 1987 en Zaragoza, junto al también miembro de ETA Angel Luis Hermosa, cuando dormían en el hotel Gran Vía de esta ciudad. Entonces se les incautó información sobre personas y empresas ubicadas en Andalucía que se cree que eran nuevos objetivos de ETA. Según ha contado La Razón esta semana, Del Río planeaba volar diez supermercados de la comunidad andaluza.
El 4 de mayo de 1989 fue condenada por la Audiencia Nacional a 58 años de cárcel por el atentado el 12 de julio de 1985, en el que murieron el coronel Vicente Romero y su chófer, y más tarde un policía nacional al explotar el coche en el que habían utilizado para huir y que habían dejado en el aparcamiento subterráneo de Felipe II.
El 8 de noviembre de 1989 fue de nuevo juzgada y condenada a 2.232 años de prisión por el atentado contra un convoy de la Guardia Civil en la plaza de la República Dominicana, en el que murieron 12 miembros de este cuerpo, el 14 de julio de 1986.
La Audiencia Nacional impuso a cuatro miembros del comando Madrid una pena de 9.000 años de prisión, la condena más alta impuesta por la Audiencia Nacional a terroristas españoles hasta esa fecha.
Inés del Río fue condenada poco después a otros 87 años de cárcel por los asesinatos del comandante Saenz de Ynestrillas, el teniente coronel Carlos Vesteiro y el soldado Francisco Casillas Martí, perpetrados el 17 de junio de 1986.
Junto con el resto de los integrantes del Comando Madrid» el 18 de diciembre de 1990 , fue condenada a total de 378 años de prisión por su participación en el atentado que costó la vida a cinco guardias civiles en 25 de abril de 1986.
Finalmente el 27 de abril de 1995 fue condenada a una pena de 48 años de prisión como autora de la muerte del militar, Fausto Escrigas, así como por asesinato frustrado del conductor de su coche.
El 11 de mayo de 2000 fue condenada por la Audiencia Nacional a una pena de 478 años de prisión por los delitos de atentado, asesinato consumado, diecisiete de asesinato frustrado y estragos, entre otros, por su participación en el atentado perpetrado el 8 de septiembre de 1985 en la Plaza de la República Argentina de Madrid, contra un furgón de la Guardia Civil, en el que murió un ciudadano estadounidense y resultaron heridos 16 agentes del instituto armado.
En total, la sanguinaria Del Río ha sido juzgada en ocho grandes procesos penales por delitos de terrorismo. Fue condenada a 3.000 años de cárcel por el antiguo Código Penal de 1973, en el que el tiempo máximo de cumplimiento de condena era de 30 años (ahora es de 40).
Del Río cumple condena desde 1989, pero lleva entre rejas desde desde julio de 1987. Está recluida en una prisión de Murcia. De aplicarsele la doctrina Parot cumpliría su condena el próximo 27 de junio de 2017.